El destino de Hogwarts

Parte I

—No lo puedo creer— exclamó Harry.

Hermione sacó de su bolsillo un recorte del diario "El Profeta". —Léelo— dijo Hermione.

Harry miró el artículo y se paralizó al ver la foto de una criatura cubierta de pelo, con un hocico y unos dientes largos y afilados, era un Hombre-Lobo.
—Aparentemente proviene del norte de África— comentó Ron.
—Lo que quiere decir que ha venido desde allí causando destrozos por el camino— agregó Hermione.
— ¿Y acaso no se ha convertido en hombre otra vez?—preguntó Harry que se encontraba atónito.
—Al parecer esto no es producto de la mordida de un licántropo, sino de la obra de alguna maldición desconocida— contestó la chica, que parecía conocer con detalles toda la información.
— ¿Y qué hay de los muggles? ¿A cuántos ha matado?— preguntó Harry que no podía creer lo que le contaban.
—Parece que los muggles simplemente no lo ven, y por algún motivo, no ha atacado a ninguno, solo se registra que ha atacado a un mago que rondaba por esos lugares—informó Ron que también conocía la situación.

Los tres amigos decidieron no preocuparse por ello en ese momento, y disfrutar del viaje en el Expreso de Hogwarts. Este año, Harry cursaría 2° año, cosa que él había estado esperando durante todas las vacaciones de verano.

Finalmente llegaron a la estación de Hogsmade. Harry pudo ver como Hagrid llevaba a los alumnos de primer año al tradicional cruce del lago. Pero de pronto, tuvo la sensación de que alguien lo vigilaba. Pudo sentir la agitada respiración de alguien entre las sombras. Harry miró donde provenía el sonido y repentinamente vio caer un pequeño objeto desde ese lugar. Se dio cuenta de que era un espejo al ver su reflejo en él. Tenía una forma extraña, era rectangular (como una puerta) pero en el centro era más angosto. Harry notó que la respiración se cortó cuando el espejo se había caído. Por alguna extraña razón, Harry se dirigió a la oscuridad para recoger el objeto. Al tocar el marco pudo sentirlo gastado; pero de pronto, una sensación eléctrica recorrió todo su cuerpo. En ese momento, Ron llamó a Harry, quien se alejó hacia las carretas donde lo esperaban.

Al entrar a Hogwarts, y ver las mesas del Gran Salón repletas de platos, copas y fuentes, se olvidó completamente de lo ocurrido. Luego de la ceremonia, y cuando todos los alumnos nuevos estuvieron en sus respectivas mesas, Dumbledore se levantó: 
—Creo que ya todos son concientes de los episodios que están ocurriendo. Me refiero a la aparición del Hombre-Lobo. Quiero que sepan que haremos todo lo necesario para protegerlos. Ahora, cambiando de tema, no pongan esas caras largas. Diviértanse, no creo que mañana puedan divertirse cuando estén atareados de deberes— y dicho esto, Dumbledore hizo un movimiento con su varita y todos los platos se llenaron de todo tipo de comida.

A la mitad de la cena, Harry se levanto de la mesa para ir al baño. Cuando salió del Gran Salón, se encontró con Dumbledore, pero no estaba solo, hablaba con la profesora McGonagall. Harry se ocultó y escucho atentamente.
—Y eso no es lo peor, Minerva, al parecer no escoge su camino al azar. Parece seguir un camino directo hacia aquí— contaba Dumbledore.

McGonagall ahogó un grito —Eso es terrible Albus—
—Así es solo espero estar presente cuando haga su aparición aquí— dijo el director

McGonagall parecía no entender — ¿Qué quiere decir?—
—Mañana no estaré aquí, me necesitan en Londres, pero trataré de volver a la noche— le informó Dumbledore.

Harry se ocultó detrás de la puerta y los vio ingresar nuevamente al Gran Salón.

Luego de que terminó la cena, ya dentro de su cuarto, Harry y Ron esperaron a que Dean, Seamus y Neville se durmieran. Cuando esto ocurrió, Harry le contó a Ron lo que había escuchado. Decidieron investigar por la mañana y luego se durmieron profundamente.

A la mañana siguiente, lo despertó una tremenda sacudida por parte de Hermione.
—Se supone que no pue…—  comenzó a decir Harry, pero la chica lo interrumpió,
—Ahórrate todo eso y sígueme—.

Al salir de la sala común de Gryffindor. Harry se encontró con un montón de alumnos, la mayoría todavía en pijama, que hablaban alborotadamente.
— ¿Qué sucede aquí?— le preguntó Harry a Ron, que ya se encontraba allí.
—Parece ser que algo atacó a Neville por la noche— respondió Ron.

Harry pudo ver como algunos profesores ayudaban a la enfermera, llevándose a Neville.

En el desayuno, Dumbledore comunicó lo que la mayoría se imaginaba, 
—Como todos deben sospechar, lo que atacó a uno de sus compañeros ha sido el licántropo. Pero, debo decirles que Neville Longbottom está solo con algunas heridas y que, por suerte, no se convertirá en un lobo, ya que la otra víctima que la bestia atacó hace un par de días no ha sufrido ningún cambio. Lo que significa que el hechizo que utilizaron sobre el licántropo, parece modificar la naturaleza de la bestia—.

A partir de ese día, los métodos de seguridad se multiplicaron, sin embargo, la semana pasó sin más altercados.

Gracias a que Hermione los obligó, Harry y Ron ya casi habían terminado sus tareas el sábado por la tarde. De encontraban en la sala común, cuando, de pronto, Ron se dio cuenta de que se había olvidado uno de sus libros en su habitación, así que subió a buscarlo. Cuando Ron ya había subido las escaleras, Harry y Hermione sintieron pasos y corridas que provenían del cuarto de los varones. Harry subió corriendo la escalera espiral y pudo ver un cuerpo peludo que saltaba por una ventana llevándose a su amigo, Harry, sin pensarlo, saltó por la misma ventana. Un arbusto amortiguó su caída y lo salvó de fracturarse todo el cuerpo. Harry corrió sin saber hacia donde se había ido el Hombre-Lobo. De pronto, vio una ráfaga y sintió un golpe de algo que parecía madera.

Cuando recuperó el conocimiento vio que Hermione lo estaba llamando. Tenía la túnica desgarrada y algunos golpes.
— ¿Qué ocurrió?— preguntó Harry desconcertado.
—Parece que te golpeó el Sauce Boxeador. Es un árbol que parece golpear a todo el que se le acerque. Por suerte pude sacarte da allí, aunque recibí algunos golpes. Todos te han estado buscando durante horas— le dijo agitadamente Hermione.
— ¡¿Horas?!— preguntó Harry. En ese momento pudo ver que ya era de noche.
—Debemos encontrar a Ron— dijo Harry decidido.
—Tal vez debamos ir por ayuda— sugirió su amiga.
—Si quieres, ve por ayuda tú, yo iré a buscarlo— le avisó.
—No te dejaré ir solo— dijo Hermione.
Lumos— susurró Harry y un círculo de luz apareció en la punta de su varita.

Caminaron durante unos minutos, hasta que una figura saltó desde las sombras y se arrojó contra Harry. En ese momento se escucho a Hermione gritar —Expelliarmus—. El licántropo salió despedido dejando caer a Ron, que llevaba sobre sus hombros. Junto con Hermione, Harry levantó a Ron, quien se encontraba inconsciente. Corrieron hacia el castillo, pero sentían como la criatura los seguía. Se abalanzó  contra ellos y los derribó. Harry se hallaba arrodillado frente a la bestia, cuando pudo ver su reflejo en el pecho del animal. Instintivamente, alargo su brazo y arrancó “su reflejo” del pecho de la criatura. Se trataba del espejo que había visto en Hogsmade. El Hombre-Lobo pareció debilitarse. Harry lo empujo fuertemente y, de pronto, una rama golpeó al licántropo y lo arrojó al lago.

Al día siguiente, dejaron que Harry, Ron y Hermione salieran de la enfermería. Harry le había relatado todo a Dumbledore, lo único que no le dujo fue que aún poseía el espejo. Dumbledore le dijo que el Hombre-Lobo ya no era más una bestia salvaje, al parecer, el espejo mantenía el hechizo. Harry tampoco les mencionó nada del espejo a sus amigos, era como si el espejo ocultara algún secreto, y solo él quería averiguarlo.

Aunque todo parecía tranquilo, a Harry le faltaban muchas cosas por vivir en ese año.

Continuará...

 

Autora: Chag de Gryffindor.