Harry.

 

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El Caldero Chorreante

Nabledy llegó y se sentó junto a Ashley
-¿Por que no has abierto las Grageas?- dijo al verla todavía sosteniendo la caja cerrada
-Eh... ¡ah, si claro! ¿Por que me dijiste que cuando dice de todos los sabores, son de todos los sabores?-preguntó vacilante
-Porque en verdad son todos los sabores que te puedas imaginar.
-¿Como cuáles?- preguntó sosteniendo una gragea color gris, ya había abierto la caja
-Por ejemplo a pizza, aguacate, tomate, y hay otras mas desagradables como, moco, cerilla o vómito.

Ashley miró de repente la gragea gris con cara de asco
-Pero son divertidas comerlas- añadió Nabledy, y cogió una color rosa y llevándosela a la boca- ...mmm... esta sabe a rosas, te lo dije hay de todos los sabores.

Ashley comió la gragea gris que sostenía, era sabor cera de vela.
-Ja, ja, ja, creo que son buenísimas, comeré más - y así fue comiéndoselas junto con Nabledy

Nabledy le decía a Ashley que irían a recoger el dinero en Gringotts, el banco de los magos, y que  esta protegido por gnomos.
-¡Gnomos!, ¿a caso, no te refieres a esos duendecillos con orejas grandes y divertidos?- dijo, Ashley,  asombrada, pues nunca había visto a uno
-Si, pero no son nada divertidos, son muy gruñones, ¿de donde sacaste que eran divertidos?
-En los cuentos de hadas muggles, los Keegan me leían mucho esos libros cuando era pequeña y me gustaban.

     Al llegar a Gringotts, Nabledy le explicó que tenían para ellas dos una herencia de sus padres, y que podían sacar dinero cuando quisieran pero tampoco abusar, le explicó, que son los galeones, sickles y knuts, cuánto valían cada uno, etcétera.

Cuando llegaron al Callejón Diagon, lo primero que hicieron fue comprar una mascota para Ashley.

De elegir a un gato, sapo o lechuza, Ashley se compró una lechuza color gris, pero un gris alegre, igual que sus ojos. La llamó Lucky.
-¿Sabes por qué la llamo Lucky?-preguntó a Nabledy- ¿ves eso que tiene en el lomo?- dijo señalándole unas manchas oscuras que tenía Lucky en forma de herradura- eso simboliza la suerte, por eso la llamé así.

  Se fueron a comprar la túnica, compraron los pergaminos, plumas, tinta (compró una tinta que cambia de color al escribir y otra negra), calderos, sus libros, después fueron por la varita.

   Al entrar a la tienda, el señor Ollivander saludó muy cariñosamente a Nabledy.
-¡Hola, Nabledy, que gusto verte, madera de olmo, veinticuatro centímetros, pelo de unicornio, flexible, si no me equivoco, esa fue tu varita!
-¡Que gusto volver a verlo señor Ollivander, y, si acertó, esa es mi varita!
-Veo que llevas contigo compañía, ¿se podría saber quién es?
-Es mi hermana, Ashley.
-Mmmm eres la prima de Harry Potter, muy bien te conseguiremos una varita...-empezó a husmear entre las estanterías llenas de cajas delgadas, donde deberían de estar las varitas y al fin dijo:-muy bien prueba esta: madera de sauce, 35 centímetros, flexible- Ashley agitó la varita, pero no sucedió nada.
-¿No puedo elegirla yo?- preguntó después de haber probado unas diez
-Oh no, no, no, la varita elige al mago no el mago a la varita, por eso creo que esta será la mejor: madera de pino, 21 centímetros, rígida, pelo de unicornio.-Ashley no necesito agitar la varita: esa era la suya.
-Valla, ¡encontramos la adecuada!- dijo el señor Ollivander con una sonrisa en sus labios delgados

Compraron las cosas que le pedían en l carta que le mandaron.

     Al salir de la tienda Nabledy dirigió a Ashley hacia la tienda de artículos de quidditch y le compró una escoba, la mejor de todas: una Saeta de Fuego.
- ¿Y para que voy a usar esto?- preguntó esta última.
- Si logras entrar al equipo de quidditch, lo cual no lo dudo, tendrás que usar una escoba, esta es de las mejores, es una profesional, yo también tengo una, solo la uso para viajes cortos. Además es, también tu regalo de cumpleaños.

Cuando salieron de la tienda de artículos de quidditch todos los chicos que había presentes se quedaron boquiabiertos al ver tan genial escoba.

Salieron del Callejón Diagon y entraron en los carruajes que las esperaban fuera de El Caldero Chorreante.
-Tendré que dejarte en la casa de los Keegan- se dirigió hacia Ashley, ya dentro del carruaje-, tengo que ir a Hogwarts a arreglar unos asuntos de maestros, no te he mencionado que soy tu nueva maestra en Defensa Contra las Artes Oscuras, te recogeré el primero de Septiembre a las seis y treinta de la mañana, para que estés lista. ¿Me sigues?
-Si, que tengo que estar lista para las seis treinta el primero de septiembre- repaso lo que le había dicho Nabledy mientras abría otra caja de Grageas Bertie Bott de todos los Sabores y cogía una gragea verde grisáceo sin darse cuenta que era sabor chile seco
-¡Muy bien, ahora, a viajar!

Mientras tanto, Harry Potter, hacía un calendario para contar los días que faltaban para el primero de septiembre, e ir a la estación King Cross donde se encontraría con sus amigos Ron y Hermione.

Harry, que vivía con sus abominables tíos, los Vernon, estaba ansioso de conocer a Ashley, sabía que era su prima, y que pronto entraría a la misma escuela a la que el iba: Hogwarts.

Hogwarts tenía un director, Dumbledore, que además de famoso, bondadoso, amigo del padrino de Harry: Sirius Black.

Sirius Black, el mejor amigo del padre de Harry, sus demás amigos de la escuela son Remus Lupin, y Peter Pettigrew. Éste último es un fiel vasallo de lord Voldemort, traicionó a sus amigos solo por conseguir un poco de poder de Voldemort, se creía que estaba muerto, por esa razón Sirius Black estuvo encarcelado en una prisión de Azkaban, se dijo que Black fue quien mató a Pettigrew, pero no, Pettigrew se escondía con una familia de magos, y para su mala suerte se había convertido en una rata, era un animago, y esa rata le pertenecía a Ron, el mejor amigo de Harry, Ron quería mucho a Scabbers, o mejor dicho Pettigrew hasta que supo toda la verdad.

 

   Ashley llegó a la casa de los Keegan, los saludo y les contó todo lo que había aprendido con Nabledy, les dijo que su misma hermana sería su maestra en Defensa Contra las Artes Oscuras, les enseñó su Saeta de Fuego, que comprobó que no funcionaba con muggles, por que sentó encima a su madre para ver si podía volar en ella.

  Se sintió muy emocionada, que después de cenar todavía tenía una sonrisa en sus labios, al llegar en su cuarto se dejó desplomar sobre su cama, y se puso a recordar el sueño que tuvo en la mañana, y entonces lo recordó...
-¡Santo cielo!, Harry Potter, ese chico que tuve en mi sueño, era el, ¿será el mismo? ¿Por qué no se lo dije a Nabledy?- y con ese pensamiento se durmió.

 Llegó el primero de septiembre, Ashley estaba lista eran las 6:00 a.m., llegarían por ella en media hora más, mientras tanto desayunaba en la cocina de sus padres, hablaba con ellos, prometiéndoles que les enviaría lechuzas, por que no sabía donde podía enviar cartas en el correo muggle.

  Nabledy llegó, saludó a los padres de Ashley, y la llevó a la estación King Cross.

Compraron su boleto, este decía: Anden 9 ¾, Ashley no lo comprendió hasta que Nabledy le dijo como entrar entre la plataforma 9 y 10.

Al llegar frente a la plataforma alguien le gritó a Nabledy...
-¡Harry!, ¡que gusto!- dijo con la sonrisa más bella que Ashley había visto.
-Hola - contestó Harry, entonces Ashley lo vio por primera vez-, tú debes de ser Ashley, ¿no?
-Si, hola Harry- dijo tendiéndole la mano para que este estrechara la suya.
-Ellos son Ron y Hermione, mis mejores amigos
-Hola - dijo Ashley tendiéndoles la mano, primero a Hermione, y luego a Ron, que estaba muy sonrojado al ver a Ashley
-Nabledy, ¿darás clases en nuestra escuela?- preguntó Harry
-Si, seré su maestra en Defensa Contra las Artes Oscuras - confirmó - Bueno es mejor que entren ya al vagón, yo me iré por otro medio, hasta pronto Ashley, Harry, Ron, Hermione.

   Cuando entraron al vagón, Ashley se sentó junto a Hermione enfrente de Harry y Ron. De repente empezaron a oír voces...
-¡Dave, camina con cuidado me has pisado! - dijo una voz que Ashley estaba segura que conocía, y el nombre Dave, también lo conocía...
-Lo siento Diane, no me he dado cuenta- Ashley estaba segura que de algún lado los conocía... -¡Dave, Diane! por aquí- gritó Ashley y Harry, Ron y Hermione se sobresaltaron.
- ¡Chist, oí una voz conocida! - le dijo Diane a Dave
-Diane, Dave por aquí- esta vez Ashley salió del compartimiento para orientarlos.
- ¡Ashley! ¡Que gusto verte! ¿Como estás, amiga?- le preguntaron a coro Dave y Diane
- ¡Bien! y ¿ustedes como se encuentran?- dijo con una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.

Diane era una chica alta, de cabello castaño, liso, morena, de ojos grises, igual de alegres que los de Ashley y Dave.

Dave era un chico de la altura de Ashley y Diane, era de piel clara, cabello castaño claro y los ojos grises.
-Ustedes tres tienen los ojos grises- advirtió Ron.
-Lo saben, Ron, no tienes que decirles- dijo Hermione con cara de estar diciendo <<es obvio>> y sin quitar la vista de Ashley, Diane y Dave
- Oh, disculpen - dijo Ashley, volviéndose para los otros tres-, ellos son mis mejores amigos Diane y Dave
-Hola - dijeron Harry, Ron y Hermione uno después de otro.
- Hola - contestaron los otros dos a coro.

Ahora intercambiaron lugares, Ashley, Diane y Dave se sentaron enfrente de Harry, Ron y Hermione.  
-Yo no sabía que ustedes también eran magos- dijo Ashley iniciando una conversación.
-Ashley, Dave y yo tampoco sabíamos.
-Bueno, pues creo que ahora le toca a Harry, Hermione y Ron contar algo - dijo Ashley, y al decir el nombre de Ron, éste se sonrojó.
-Bueno, - dijo de pronto Harry- ¿que quieren que les digamos?
-Platiquemos algo sobre Hogwarts- sugirió Dave.
-Bueno, Hogwarts tiene cuatro casas: Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin, en Gryffindor estamos nosotros, y espero que ustedes también queden allí.  
-¿Y Rabunclu, Jufelpuf y Slaiterin qué?- dijo Dave, vacilante.
-Para mí la mejor de todas es Gryffindor; Hufflepuff y Ravenclaw son buenas, pero Slytherin es el que mas ha dado magos tenebrosos- advirtió Ron.
-¿Y como sabremos cual es nuestra casa?- preguntó Ashley
-¡Ah! eso es lo más importante. La profesora McGonagall los llevará junto con los de primero (según mi teoría) hacia el Sombrero Seleccionador, el les dirá cual es la casa más adecuadas para ustedes- dijo Hermione.
-Pero hay una parte que no entiendo, ¿como que un sombrero nos selecciona?- preguntó Diane
-Estamos en un mundo mágico, ¿captas?, aquí no es raro que una foto se mueva, o que los sombreros hablen, ¿captas?- le preguntó Hermione pareciéndose mucho más sabihonda de lo que era
-Guauuu, ¿fotos que se mueven?, ¡quiero ver una!- dijo impresionado Dave.
-Aquí tengo un álbum, de fotos de mis padres, mmm déjame ver donde lo dejé- dijo Harry, levantándose, para alcanzar su baúl y poder coger el álbum- Listo aquí esta.

Era un álbum con forro de piel marrón, tenía fotos de sus padres en cada página, Hagrid, el gigante que conoció a Harry, le entregó ese álbum, ya que Harry nunca había conocido a sus padres.

   Cuando Ashley, Dave y Diane miraron las fotos del álbum, se impresionaron mucho, más Dave, que dijo:
-¡Valla, parece que estoy viendo una televisión en miniatura!
-¿Harry?, de pura casualidad. ¿No tienes una foto de mis padres? - preguntó Ashley.
-No lo sé, tal vez estarán en una de las fotos de la boda de mis padres...- dijo, éste, tomando el álbum y hojeándolo con cuidado.

Harry encontró la foto de quienes parecían los padres de Ashley, su madre tenía el pelo castaño oscuro y su padre lo tenía castaño claro, los ojos de su madre eran azules, y los de su padre grises, ambos saludaban.

Ashley casi lloró de la emoción de verlos, Ron se quedó viéndola como queriéndola consolar.

   Ashley, Hermione y Diane se fueron a otro compartimiento y se cambiaron con las túnicas, y los chicos se quedaron allí y también se cambiaron, faltaba poco para llegar a Hogwarts

Continuará...

Autora: T.K. de Gryffindor.