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Viajes
y sorpresas
Harry
que ya no podía dormir de la emoción se despertó muy temprano y arreglo todo
lo que le faltaba de Hogwarts, era tanta su alegría que se le había olvidado
que su cumpleaños era ese mismo día. Se acordó muy entrada la mañana cuando
tres lechuzas entraron por la ventana con un paquete cada una, dos de ellas eran
obviamente de Hogwarts y la tercera
era su propia lechuza. Tomo los paquetes de las otras dos lechuzas y los sobres
tras esto las dos lechuzas salieron volando por la ventana que Harry había
dejado abierta. Harry tomo la carta de Hedwig
y acaricio a su preciosa lechuza blanca, esta estaba muy orgullosa de si
y se fue a tomar un merecido descanso.
La
carta que traía Hedwig era de Sirius. La carta decía así:
Querido
Harry:
Felicidades Harry, no todos los años un mago cumple quince años, te
mando algo que espero te sea útil, aunque aún no entiendo porque Dumbledore me
recomendó regalarte esto. También Lunático te manda saludos. Por cierto de lo
que me preguntaste en tu carta, no creo que se un buen momento, tal vez ella
extrañe a Cedric, y dudo que se le pase pronto.
Harry
le había escrito a su padrino sobre Cho, a pesar de que la quería mucho el no
sabía si debía afrontar sus miedos y decírselo de una vez, pero decidió
hacerle caso a su padrino y no apresurarse a las cosas.
Bien
Harry espero que disfrutes de tu cumpleaños, y si esos muggles planean
estropearlos, diles que estoy más cercas de lo que imaginan, y que tal vez vaya
a visitarte y veras como te dejan en paz..
Harry
se divirtió un buen rato imaginándose a los Dursley corriendo despavoridos
ante esa amenaza.
P.D. Me parece perfecto que
los señores Weasley vayan por ti. Espéralos, no se te ocurra hacer alguna
locura, en especial en estos días en que Voldemort ha vuelto, de ahora en
adelante te escribiré bajo el nombre de Canuto por si interceptan las cartas.
Harry por favor cuídate y recuerda
las palabras de Ojo Loco Mudy “alerta permanente”
Canuto
A
Harry le pareció que su padrino exageraba de todas formas que podría hacer en
las pocas horas que faltaban para que llegarán los Weasley. Abrió el regalo
que le mando su padrino, resulto ser un pequeño pensadero como el que tenía
Dumbledore en su despacho, inclusive tenía unas pequeñas runas alrededor del
borde.
Harry
iba a abrir los paquetes de Hogwarts cuando entro otra lechuza por su ventana,
se veía cansada así que decidió hacerle un espacio juntó a Hedwig, la cual
se hizo a un lado para darle un espacio.
Tomo
la carta de la lechuza que resulto ser una carta de Hermione y de Viktor.
La
carta resulto ser mágica y cantaba su contenido:
Muchas
felicidades, te mandan
Hermione y Viktor,
Por ser un gran amigo.
Desde Bulgaria festejan
Tan feliz fecha
Y en casa de Ron
Te esperan.
Harry
estaba contento de que Hermione le confirmara que iría a casa de Ron y se
preguntaba si este ya sabía que Viktor Krum iría a su casa, trato de
imaginarse la cara de sorpresa que tendría su amigo al ver a Hermione y Krum en
su puerta, de repente Harry noto que la carta llevaba una diminuta llave
plateada amarrada a una con una cinta, era muy hermosa y sostenida por una fina
cadena, también de plata. Reviso a ver si no se le había caído una nota donde
explicase que era, cuando la encontró se fijo que solo eran unas pocas
palabras:
Querido Harry:
Esta
es la llave de una sorpresa, que te tengo preparada en casa de Ron.
Besos
De
Hermione
Harry se quedo aún más intrigado con el asunto de la llave, pero decidió
no darle más vueltas al asunto y abrir sus otras cartas. Entre las cartas
encontró una de Hagrid y una de Hogwarts, él esperaba encontrar una de Ron
pero a lo mejor se le había pasado por que ese mismo día iría por él.
La carta de Hagrid decía:
Querido
Harry:
Espero que estés bien y que esos malditos
muggles te traten bien. Espero que te guste mi obsequio, lo hice yo mismo. Bueno
Harry nos veremos en Hogwarts.
Hagrid
Harry temía que el regalo de Hagrid fuera otro pastel de chocolate, pues
el ultimo que había comido por poco le rompe los dientes. Para su alivio solo
era un porta retratos de madera que se sabía que lo había hecho Hagrid, pero
al ponerle una foto se dio cuenta de que decía la descripción de la foto y de
quien se trataba cuando uno la miraba.
Decidió que después abriría la carta de Hogwarts, así que recogió
sus cartas y paquetes y los acomodo en su baúl.
.
. .
Ya faltaba poco para las seis así que Harry empezó a bajar su baúl por
las escaleras y la percha vacía de Hedwing, está había salido mandada a
entregar una carta a Sirius, como sabía perfectamente que sus tíos no lo
ayudarían aunque de eso dependiera su vida, tuvo que bajarlo el solo. A las
seis en punto Harry volvió a tener esa emoción que había tenido un año atrás
cuando fueron a los mundiales de quidditch, el deporte de los magos, pero también
se acordó que el año pasado habían llegado más de una hora tarde de lo
acordado, pero eso a Harry no le importo.
Pero este año fue diferente pues tan solo habían pasado quince minutos
de que Harry había estado esperando cuando llego el carro del ministerio en que
venían los Weasley.
Tocaron la puerta y cuando Harry fue a abrir ahí estaba Ron con una
enorme sonrisa en su pecoso rostro, y a su lado alguien a quien no esperaba ver
tan pronto Hermione, con su abundante pelo castaño y su piel muy morena aún.
-Hola Harry-dijo Ron- feliz cumpleaños- le dijo al tiempo que le
extendía un pequeño regalo.
-Gracias Ron, creí que se te había
olvidado- dijo Harry muy contento al recibir el regalo de su amigo.
-Ya estás listo para irnos Harry-dijo Hermione.
-Hola Harry -eran Fred y George.
-¿No está por aquí tu primo?-Dijo
Fred.
-Sí, quizás quiera uno de nuestros caramelos-completó George.
-Nada de caramelos Fred, George, o su madre si que se enojara con
ustedes- era el señor Weasley- a hola Harry, como has estado, listo para
irnos.
-Sí, nada más traigo el baúl.
-Nosotros lo traemos- dijeron los gemelos mientras se adelantaban.
En pocos minutos el baúl de Harry estaba cargado en el carro, ahí se
encontraba Krum profundamente dormido
-Se quedo dormido durante el viaje- explicó Hermione encogiéndose de hombros. Al poco tiempo ya habían
tomado camino hacia la Madriguera, durante el camino Harry, Ron, Hermione, Fred,
y George aprovecharon para platicar
pues el viaje era largo y no tenían nada de sueño.
-A propósito Hermione ¿para qué es esta llave?- preguntó Harry mientras
sacaba la llave que le había regalado Hermione y que ahora colgaba en su
cuello.
-Ya lo sabrás- dijo en un tono misterioso
-Por cierto Harry,
¿dónde esta Hedwig?- Interrogó Hermione para cambiar de tema.
-La mande con Canuto- dijo en un susurro para que solo ella y Ron
escucharan.
Mientras tanto el señor George iba leyendo el Profeta y Fred y George
habían vuelto a sus platicas secretas, seguro sobre nuevos dulces sorpresas.
.
. .
Ya era muy tarde así que Harry, Ron y Hermione decidieron que dormirían
para estar muy despierto mañana y así poder hablar más calmadamente. Fred y
George mientras tanto estaban otra vez con un pergamino en mano, el señor
Weasley empezaba a tomar bien la idea de Fred y George de abrir una tienda de
bromas así que no los interrumpió. Lo bueno fue que la señora Weasley no había
ido, se encontraba muy ocupada preparando la bienvenida a los chicos, si hubiese
ido se hubiese generado una nueva disputa entre sus hijos, ella no miraba con
buenos ojos las decisiones de sus hijos, ella quería que trabajarán en el
ministerio como Percy, pero ellos simplemente se rehusaban
a ello.
Al llegar a casa de los Weasley, Harry, Ron, Hermione y Viktor
despertaron con un delicioso aroma a salchichas cocidas, natas y especias. Al
parecer la señora Weasley se había esmerado en esa cena.
Al entrar en la casa, la señora salió de la
cocina a darles la bienvenida a su casa, y los condujo al patio de atrás donde
ya estaban listas unas mesas con la cena lista.
-¡¡¡Sorpresa!!!-
gritaron Bill y Charles que al parecer habían
estado arreglando el patio para la fiesta.
Harry vio que al fondo del patio una pancarta que decía “Feliz cumpleaños
Harry” con tinta que cambiaba de colores, y en el centro de la mesa un enorme
pastel con su nombre en el.
-Muchas gracias- dijo Harry con un hilo de voz.
-No hay de que Harry, dudo que tus tíos celebren tu cumpleaños-le
dijo Ron- de hecho por esto fuimos por ti hoy.
Todos la pasaron muy bien aquella noche. El único que faltaba era Percy
que se apareció más tarde con cara de no admitir todo ese jaleo. Pero al final
termino uniéndose a la celebración.
Después
de haber cenado y divertido hasta el cansancio los tres amigos se fueron a
dormir, los Harry, Ron y Krum dormirían en el cuarto de Ron, Los gemelos con
Charles, Bill con Percy, y Hermione en el cuarto de Ginny, la hija menor de los
Weasley.
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