Harry Potter y la Corte del Fénix.

2 Viajes y sorpresas

Harry que ya no podía dormir de la emoción se despertó muy temprano y arreglo todo lo que le faltaba de Hogwarts, era tanta su alegría que se le había olvidado que su cumpleaños era ese mismo día. Se acordó muy entrada la mañana cuando tres lechuzas entraron por la ventana con un paquete cada una, dos de ellas eran obviamente de Hogwarts  y la tercera era su propia lechuza. Tomo los paquetes de las otras dos lechuzas y los sobres tras esto las dos lechuzas salieron volando por la ventana que Harry había dejado abierta. Harry tomo la carta de Hedwig  y acaricio a su preciosa lechuza blanca, esta estaba muy orgullosa de si y se fue a tomar un merecido descanso. 

La carta que traía Hedwig era de Sirius. La carta decía así:

Querido Harry:

            Felicidades Harry, no todos los años un mago cumple quince años, te mando algo que espero te sea útil, aunque aún no entiendo porque Dumbledore me recomendó regalarte esto. También Lunático te manda saludos. Por cierto de lo que me preguntaste en tu carta, no creo que se un buen momento, tal vez ella extrañe a Cedric, y dudo que se le pase pronto.

Harry le había escrito a su padrino sobre Cho, a pesar de que la quería mucho el no sabía si debía afrontar sus miedos y decírselo de una vez, pero decidió hacerle caso a su padrino y no apresurarse a las cosas.

Bien Harry espero que disfrutes de tu cumpleaños, y si esos muggles planean estropearlos, diles que estoy más cercas de lo que imaginan, y que tal vez vaya a visitarte y veras como te dejan en paz..

 

Harry se divirtió un buen rato imaginándose a los Dursley corriendo despavoridos ante esa amenaza.            

  

   P.D.  Me parece perfecto que los señores Weasley vayan por ti. Espéralos, no se te ocurra hacer alguna locura, en especial en estos días en que Voldemort ha vuelto, de ahora en adelante te escribiré bajo el nombre de Canuto por si interceptan las cartas. Harry por favor cuídate  y recuerda las palabras de Ojo Loco Mudy “alerta permanente”

Canuto

 

A Harry le pareció que su padrino exageraba de todas formas que podría hacer en las pocas horas que faltaban para que llegarán los Weasley. Abrió el regalo que le mando su padrino, resulto ser un pequeño pensadero como el que tenía Dumbledore en su despacho, inclusive tenía unas pequeñas runas alrededor del borde. 

Harry iba a abrir los paquetes de Hogwarts cuando entro otra lechuza por su ventana, se veía cansada así que decidió hacerle un espacio juntó a Hedwig, la cual se hizo a un lado para darle un espacio.

Tomo la carta de la lechuza que resulto ser una carta de Hermione y de Viktor.

La carta resulto ser mágica y cantaba su contenido:

Muchas felicidades, te mandan
Hermione y Viktor,
Por ser un gran amigo.
Desde Bulgaria festejan
Tan feliz  fecha
Y en casa de Ron
Te esperan.

        

Harry estaba contento de que Hermione le confirmara que iría a casa de Ron y se preguntaba si este ya sabía que Viktor Krum iría a su casa, trato de imaginarse la cara de sorpresa que tendría su amigo al ver a Hermione y Krum en su puerta, de repente Harry noto que la carta llevaba una diminuta llave plateada amarrada a una con una cinta, era muy hermosa y sostenida por una fina cadena, también de plata. Reviso a ver si no se le había caído una nota donde explicase que era, cuando la encontró se fijo que solo eran unas pocas palabras:

            Querido Harry:

 

                           Esta es la llave de una sorpresa, que te tengo preparada en casa de Ron.

Besos

De Hermione

 

Harry se quedo aún más intrigado con el asunto de la llave, pero decidió no darle más vueltas al asunto y abrir sus otras cartas. Entre las cartas encontró una de Hagrid y una de Hogwarts, él esperaba encontrar una de Ron pero a lo mejor se le había pasado por que ese mismo día iría por él.

La carta de Hagrid decía:

 

             Querido Harry:

         

                         Espero que estés bien y que esos malditos muggles te traten bien. Espero que te guste mi obsequio, lo hice yo mismo. Bueno Harry nos veremos en Hogwarts.

Hagrid

 

Harry temía que el regalo de Hagrid fuera otro pastel de chocolate, pues el ultimo que había comido por poco le rompe los dientes. Para su alivio solo era un porta retratos de madera que se sabía que lo había hecho Hagrid, pero al ponerle una foto se dio cuenta de que decía la descripción de la foto y de quien se trataba cuando uno la miraba.

 

Decidió que después abriría la carta de Hogwarts, así que recogió sus cartas y paquetes y los acomodo en su baúl.

  .    .    .

Ya faltaba poco para las seis así que Harry empezó a bajar su baúl por las escaleras y la percha vacía de Hedwing, está había salido mandada a entregar una carta a Sirius, como sabía perfectamente que sus tíos no lo ayudarían aunque de eso dependiera su vida, tuvo que bajarlo el solo. A las seis en punto Harry volvió a tener esa emoción que había tenido un año atrás cuando fueron a los mundiales de quidditch, el deporte de los magos, pero también se acordó que el año pasado habían llegado más de una hora tarde de lo acordado, pero eso a Harry no le importo.

Pero este año fue diferente pues tan solo habían pasado quince minutos de que Harry había estado esperando cuando llego el carro del ministerio en que venían los Weasley.

Tocaron la puerta y cuando Harry fue a abrir ahí estaba Ron con una enorme sonrisa en su pecoso rostro, y a su lado alguien a quien no esperaba ver tan pronto Hermione, con su abundante pelo castaño y su piel muy morena aún. 
-Hola Harry-dijo Ron- feliz cumpleaños- le dijo al tiempo que le extendía un pequeño regalo.
-Gracias Ron, creí que se te había olvidado- dijo Harry muy contento al recibir el regalo de su amigo.
-Ya estás listo para irnos Harry-dijo Hermione.
-Hola Harry -eran Fred y George.
-
¿No está por aquí tu primo?-Dijo Fred.
-Sí, quizás quiera uno de nuestros caramelos-completó George.
-Nada de caramelos Fred, George, o su madre si que se enojara con ustedes- era el señor Weasley- a hola Harry, como has estado, listo para irnos.
-Sí, nada más traigo el baúl.
-Nosotros lo traemos- dijeron los gemelos mientras se adelantaban.

En pocos minutos el baúl de Harry estaba cargado en el carro, ahí se encontraba Krum profundamente dormido
-Se quedo dormido durante el viaje- explicó Hermione encogiéndose de hombros. Al poco tiempo ya habían tomado camino hacia la Madriguera, durante el camino Harry, Ron, Hermione, Fred, y George  aprovecharon para platicar pues el viaje era largo y no tenían nada de sueño.
-A propósito Hermione ¿para qué es esta llave?- preguntó Harry mientras sacaba la llave que le había regalado Hermione y que ahora colgaba en su cuello.
-Ya lo sabrás- dijo en un tono misterioso
-Por cierto Harry, ¿dónde esta Hedwig?- Interrogó Hermione para cambiar de tema.
-La mande con Canuto- dijo en un susurro para que solo ella y Ron escucharan.

Mientras tanto el señor George iba leyendo el Profeta y Fred y George habían vuelto a sus platicas secretas, seguro sobre nuevos dulces sorpresas.

.   .   . 

Ya era muy tarde así que Harry, Ron y Hermione decidieron que dormirían para estar muy despierto mañana y así poder hablar más calmadamente. Fred y George mientras tanto estaban otra vez con un pergamino en mano, el señor Weasley empezaba a tomar bien la idea de Fred y George de abrir una tienda de bromas así que no los interrumpió. Lo bueno fue que la señora Weasley no había ido, se encontraba muy ocupada preparando la bienvenida a los chicos, si hubiese ido se hubiese generado una nueva disputa entre sus hijos, ella no miraba con buenos ojos las decisiones de sus hijos, ella quería que trabajarán en el ministerio como Percy, pero ellos simplemente se rehusaban  a ello.

Al llegar a casa de los Weasley, Harry, Ron, Hermione y Viktor despertaron con un delicioso aroma a salchichas cocidas, natas y especias. Al parecer la señora Weasley se había esmerado en esa cena.

Al entrar en la casa, la señora salió de la cocina a darles la bienvenida a su casa, y los condujo al patio de atrás donde ya estaban listas unas mesas con la cena lista.
-¡¡¡Sorpresa!!!- gritaron Bill y Charles que al parecer habían estado arreglando el patio para la fiesta.

Harry vio que al fondo del patio una pancarta que decía “Feliz cumpleaños Harry” con tinta que cambiaba de colores, y en el centro de la mesa un enorme pastel con su nombre en el.
-Muchas gracias- dijo Harry con un hilo de voz.
-No hay de que Harry, dudo que tus tíos celebren tu cumpleaños-le dijo Ron- de hecho por esto fuimos por ti hoy.

Todos la pasaron muy bien aquella noche. El único que faltaba era Percy que se apareció más tarde con cara de no admitir todo ese jaleo. Pero al final termino uniéndose a la celebración.

Después de haber cenado y divertido hasta el cansancio los tres amigos se fueron a dormir, los Harry, Ron y Krum dormirían en el cuarto de Ron, Los gemelos con Charles, Bill con Percy, y Hermione en el cuarto de Ginny, la hija menor de los Weasley.

Continuará...

Autora: Mar M. Potter de Gryffindor.