Harry Potter.
3
Castigo y sorpresa
Alguien
lo zarandeaba bruscamente lastimándolo. Harry
no deseaba despertar, estaba soñando con sus padres, quienes le sonreían
mientras sostenían amorosamente a su pequeño hijo (Harry se veía a sí mismo
como un niño de 1 año), en aquella colina de verde césped donde el contorno
de una casa se dibujaba más allá, lejos... Había
sido un sueño tranquilo comparado con sus noches de insomnio y de recordar cada
encuentro con Voldemort, y sobre todo, la muerte de
Cedric...Por ello, no deseaba despertar, no ahora El
grito vino acompañado de un zarandeo bastante fuerte que levantó a un Harry
aun adormilado y con los ojos pegados. Su
visión borrosa, tanto por el sueño como por la falta de sus gafas, solo pudo
distinguir la silueta de un hombre cubriéndolo todo. Tío
Vernon lo alzó levantándolo de la cama, jalándole por la sudadera, arrastrándolo,
lo sacó de la habitación y lo bajó por las escaleras, deteniéndose
antes de llegar a la puerta principal, que estaba entreabierta.
Harry supuso que era aun de noche, y fue como si un mazo le cayera en la
cabeza...Ahora creía suponer porque su tío estaba tan molesto, bastante
molesto en realidad. Una
voz de una anciana se dejaba oír desde afuera.
Harry pudo distinguir la figura de tía Petunia, conversando con alguien
más, al parecer, la vecina de enfrente.
Dudley estaba junto a su tía, paralizado.
Tío Vernon aferró a Harry
por el cuello. Harry
escuchó aquello con la boca abierta...entonces, la mujer lo había visto cuando
regresaba de la casa de la Sra. Figg, ¡Debió haber visto a los seres!, ¿Pero
por qué no decía nada sobre ellos?, ya ni siquiera le importaba que le
creyeran desequilibrado Pero
tío Vernon jaló a Harry hasta la cocina, donde ya no pudo escuchar las voces
de las mujeres. Lo arrojó a una de
las sillas del comedor. Parecía no recordar la palabra “mágica”... Tío
Vernon estaba furioso, Harry no había creído verlo así desde hacía mucho,
ahora sí que se le había armado tremendo problema...¿Por qué se había
tenido que quedar dormido? Harry
guardó silencio. Tío Vernon lo miraba con fuego en los ojos, casi queriendo
darle un zape a Harry. Tía
Petunia y Dudley entraron en ese momento a la cocina, con una cara de enojo como
la del hombre. Dudley parecía divertido con toda la situación burlándose
de Harry con una sonrisita. Tía
Petunia se dejó caer en una silla con actitud de mártir, con una mano en la
cabeza como a punto de darle un ataque. Se
dirigió a Harry, estrellando los puños contra la mesa, agarró a Harry por la
muñeca izquierda con brusquedad. Harry
le sostenía la mirada, intentando no alterarse porque si no... Luego,
pareció tranquilizarse. Tía
Petunia seguía igual. Tía
Petunia se levantó de su silla. Harry
no se atrevió a preguntar si la vecina había visto a los seres, no le pareció
conveniente y parecía que no los había visto por lo que Harry sabía.
No servía de nada contarle a sus tíos que algo lo seguía, que creyó
estar en peligro mortal...quizá ni les importaría además de no creerle. Tío
Vernon soltó a Harry y se acercó a la mujer abrazándola, Dudley sonrió
victorioso y de pronto sus ojos se
fijaron en el brazo de Harry...Su mente pareció correr de prisa Harry
lo miró entendiendo lo que se proponía...abrió mucho los ojos temiéndolo...ahora
sí que estaría en serios problemas El
tío Vernon se volvió junto a la tía, y miraron a Harry, con el reloj en su muñeca.
El tío Vernon pareció que estallaría de cólera. Harry
obedeció sintiéndose enrojecer por el enojo que sentía.
Se arrancó el reloj de la muñeca y se lo arrojó a Dudley, éste
retrocedió temiendo que le hiciera algún hechizo. Cerró
la puerta con gran fuerza. Minutos
después, Harry los escuchó marcharse en
el auto. Miró la ventana y la vio
cerrada, desesperado fue hasta ella y se asomó, intentando abrirla, sin
conseguirlo. Lo que le faltaba,
ahora no podría recibir sus notas de cumpleaños...Una tristeza lo invadió y
cuando iba sentarse en la cama,
aceptando su miserable cumpleaños, sintió que alguien le miraba desde un rincón
de la habitación. La
lechuza le miraba con expresión dulce y orgullosa.
Ululó contenta al verlo mirándola.
Estaba parada sobre una pila de sobres y paquetes que Harry supuso que
serían. Seguramente, sus tíos,
desesperados por irse, no habían visto aquello, y Hedwig había llegado
mientras tío Vernon lo llevaba a la cocina
y tía Petunia se despedía de la vecina.
Los demás paquetes pudieron traerlos Pig, la lechuza de Ron u otras
lechuzas temprano, mientras dormía. Algunas
plumas por ahí y por allá afirmaban su teoría.
Bueno, al menos, después de todo, tenía aquella satisfacción, pese a
lo que le esperaba mañana y a lo que le había ocurrido hacía unas horas, y
aunque su cumpleaños había comenzado extraño, el saber que la gente que el
apreciaba se acordaba de él, le producía felicidad, y voluntad para pensar en
mañana y el castigo que tendría...Pensó en la lechuza en casa de la Sra.
Figg...Pero en eso, Hedwig fue volando hasta él, atrayendo su atención. Ella
ululó complacida y se puso a dormir de inmediato.
Harry fue hasta los sobres y paquetes y recogió el primero.
El que le había querido estropear la noche, no había conseguido
quitarle aquello.
Harry:
¿Cómo has estado?, espero que muy bien, y que los muggles no te estén
amargando el verano. Yo he estado algo ocupado...pero no te preocupes
por mi, tú solo cuídate y estate alerta, recuerda, cualquier cosa que te
angustie, puedes mandarme una lechuza y haré hasta lo imposible por ayudarte,
por algo soy tu padrino. Aquí
te envío tu regalo de cumpleaños, espero que te guste mucho, quise comprarte
algo de utilidad, especialmente luego de lo ocurrido...y de los tiempos difíciles
que pueden venir...En fin, muchas felicidades por tus 15 años y espero vernos
muy pronto.
Con
cariño: Tu
padrino
El
regalo es un “protectori”, una clase de artefacto que te protegerá cuando
lo necesites, crea un escudo parecido al encantamiento escudo que se que ya
manejas, pero éste es mucho más poderosísimo y es casi imposible de destruir,
depende de la magia y voluntad del mago que lo usa.
Solo lo tomas entre tus manos y dices “Inmediate protectorum”.
Para finalizar solo di “Finitem”.
Cuídalo mucho, es un objeto muy raro y no se consigue donde sea. Harry
guardó la carta y abrió el paquete envuelto en un extraño papel rugoso de
color rojo. El protectori resultó
ser una esfera del tamaño de una manzana, de color dorado con chispas
plateadas. Parecía algo muy
común, aunque Harry ahora sabía que era algo preciado en el mundo de la magia. Con cuidado, la observó y luego, la guardó de nuevo, colocándola
en la cama junto a la carta de Sirius. Tomó el siguiente sobre con el paquete. Este era ahora de Hagrid.
Harry:
¿Cómo
estás?, sé que estás bien pese a todo, ánimo, todo saldrá bien, yo he
tenido un verano algo ocupado, ya sabes, con la tarea que Dumbledore me encomendó
con Madame Maxime...No debí poner eso, no quiero preocuparte, en fin...
Feliz
cumpleaños y aunque los muggles
seguramente te lo desgraciarán, espero que este pequeño detalle te alegre un
poquito. Nos vemos pronto.
Cuídate. P.D.
Madame Máxime te envía sus saludos. Harry
desenvolvió el paquete, esta vez de color negro y se quedó mirando el regalo. Eran los comunes dulces que Hagrid le enviaba, hechos por él
mismo, pero eso no era lo que lo tenía mirando aquello...Había algo más, una
especie de espejo con marco de bronce, del tamaño de una libreta, con engarces
de piedras de color violeta profundo. Harry
se preguntó que sería aquello...Hagrid no le había dicho que era aquella
cosa, y no creía que solo se lo hubiese enviado para mirarse como un espejo común.
Algo desconfiado ante el peligro de no saber que era, lo cubrió con su
envoltura y lo puso cerca del de Sirius. El
siguiente paquete que Harry tomó, traía una carta de Hermione.
Su caligrafía pequeña y cuidada se lo dijo de inmediato.
Querido Harry:
¿Cómo
estás Harry?, espero que muy bien, que hayas repasado lo visto el año pasado,
sobre todo porque no hiciste exámenes por lo del...Torneo.
También espero que no estés teniendo un verano muy pesado y que tus tíos
no estén enfadados contigo. Yo
estoy de vacaciones en Irlanda, un país muy llamativo por sus leyendas e
historias, quizá no pueda verte
hasta el 1 de septiembre en la estación. Tal
vez pueda llegar antes y nos veamos en el Callejón Diagon, para comprar lo del
siguiente curso, ya hablé con Ron sobre ello, sea cual sea, tengo muchos deseos
de verlos a ambos. Felicidades
por tu cumpleaños, aquí te envío mi regalo y espero que te guste, escríbeme
lo más pronto posible y recuerda que cuentas con nosotros por si algo te
ocurre.
Besos
Hermione Harry
dejó la carta. Parecía que todos
estaban muy preocupados por él...y que no deseaban hablarle de nada que le
recordase lo ocurrido el curso pasado. Le
entristeció un poco no poder ver a Hermione antes, tenía ganas de estar con
ella y Ron y los Weasley...¿Hasta cuándo podría ir a la Madriguera?, tal vez
se animaría a comentarle a Hermione y Ron sobre los seres en casa de la Sra.
Figg y la lechuza... Abrió
el paquete pensando en ello, y sonrió al ver el regalo de Hermione.
Era un libro de tapa dura y color verde, como el color de sus ojos.
Bueno, viniendo de Hermione, aquello no debería de sorprenderle.
Acarició la tapa del libro y el color cambió a negro.
Comenzó a ojearlo y vio sorprendido que no era un libro, sino un álbum
de fotografías mágicas, moviéndose con sus colores brillantes como pequeñas
películas, en ellas aparecía ella o Ron o los Weasley, escenas del Torneo de
los Tres Magos, con los compañeros del Colegio, los maestros o hasta Dumbledore
y Hagrid, en muchas parecían no haberse dado cuenta de que los habían tomado,
Harry se vio en la primera prueba, antes de montar la Saeta de Fuego, en
realidad eran bastantes fotos, así que solo pasó las hojas echándole un
vistazo rápido a todo, se vio la
noche del Baile de Navidad junto a Parvati, incluso, incluía los recortes del
Profeta y la revista Corazón de Bruja, donde se hablaba de Harry a manos de la
odiosa Rita Skeeter, en el recorte de la revista, con el título “La pena
secreta de Harry Potter”, que tanto le había causado a Hermione, ella le había
escrito un comentario bastante peculiar al lado del nombre de la “periodista
escarabajo”: “¡Ja, ja, ja, la inteligencia triunfa al final!”, Harry no
pudo evitar reírse, que Hermione pusiera algo así le parecía extraño, no solía
sacar mucho su faceta cómica. Siguió
ojeando y se quedó en una foto de la propia Myrtle, mirando hacia la cámara
mientras se elevaba con cara de enojo, con otro comentario: ”¡Quisiera estar
viva solo por Harry!”. Aquello
tenía a Harry sonriente y parecía sentirse mejor, se preguntó que dirían los
Weasley y Hermione si supiesen de su escena en el baño con Myrtle...de seguro,
Fred y George no le dejarían en paz, haciéndole burla y carrilla. Al
final del álbum, venía una página especial, donde Hermione le escribió algo.
Se puso a leerlo aun contento de aquel peculiar regalo de ella.
Harry:
No
todo el año pasado fue malo, ¿Verdad?, así que aquí están esos momentos que
valieron la pena, por una u otra razón y la gente que los compartió
contigo. Pase
lo que pase en el futuro, siempre contarás con nosotros pese a los peleas y a
los malos ratos, eres un gran mago como ya lo dije en primer año, así que
sigue adelante y ESTUDIA MAS, NO TE HAGAS EL TONTO EN CLASE NI TE PONGAS A PAPAR
MOSCAS, cuídate mucho, y gracias por tu amistad.
Con cariño:
Hermione P.D.
¿Creías que sería un libro? Pues casi te hago ese regalo, así que no te
alegres tanto. Y
abajo, una foto de los padres de Harry le miraba.
Ellos le sonreían moviéndose con alegría, abrazados, ahí se veían
muy jóvenes, así que Harry supuso que sería del Colegio, pese a que no traían
el uniforme. Cerró
el libro y lo puso junto a los otros obsequios sintiendo una alegría que ya
extrañaba. Miró
hacia el rincón, solo quedaba un paquete, de Ron seguramente, supuso Harry, así
que lo tomó, era algo pesado y se
lo puso sobre las piernas al sentarse en la cama. Primero,
como antes, leyó la carta que venía acompañando el regalo.
¿Cómo
estás?, muy bien quiero pensar, feliz cumpleaños, y que los muggles no te estén
dando la lata, asústalos con lo de Sirius, ya que no puedes echarles un
encantamiento, pero en fin, ¿Qué crees?, estoy en Escocia, por asuntos de mi
papá, así que lamento decirte que no nos veremos hasta el 1 de septiembre en
la estación, Hermione me comentó algo parecido, mi papá anda ya sabes,
ayudando a Dumbledore...y mi mamá también, así
que lamento no verte antes, yo quería que vinieras
a la Madriguera, pero bueno, que se le va a hacer, así que pásatela súper,
cuídate y escríbeme por fa, ¡ no se te olvide! Ron P.D.
¿No ha pasado nada raro?, recuerda contarme si algo pasa. P.D.2.
Ginny te envía muuuchos besos. (Aunque
ella no lo dice, ja, ja) P.D.3.
Espero que te guste tu regalo. Harry
dejó la carta algo triste, Ron y Hermione no estaban cerca y no les vería
pronto como quería, y él tendría que pasarse el resto del verano con los
Dursley, aquello si que lo ponía malo, ya se imaginaba, y luego con el castigo
por su comportamiento delincuente...Tampoco podría hablarles de los seres y la
lechuza por carta, le hubiera gustado que fuese personalmente, y quizá ya para
ese tiempo, no se animaría... Feliz
y triste al mismo tiempo, abrió el paquete
pesado y se encontró con un raro objeto parecido a una esfera de cristal, con
un humo raro y espeso color plata adentro y
un ojo en la parte superior, delineado en color negro.
Ahora sí que había sido el cumpleaños de regalos raros, pensó sin
saber que era aquello...una pequeña nota venía abajo del pesado objeto, la tomó
y la leyó en voz alta. -Harry,
ésta cosa es un “Visionaro”, una especie de felétono muggle, mi padre lo
consiguió de un mago que vende rarezas e inventos, solo pronuncia “Inmediato
Visione” con la varita y ya verás. La
nota no decía nada más. Harry le
dio la vuelta y buscó pero nada, ¿Para qué podía servir? -“¿Ya
verás?” Algo
curioso por lo que podría pasar, se preparó a decir las palabras.
“Bueno aquí vamos”, se dijo dándose ánimos.
Leyó de nuevo la nota y luego alcanzó su varita y dijo: -“Inmediato
Visione” La
esfera de cristal se abrió a través del ojo y disparó una luz blanca potente
y un viento fuertecillo que sacudió la cabellera azabache de Harry, quien se
cubría los ojos debido a la luz brillante.
“Solo espero que la vecina no vea esto porque si no...”, pensó algo
preocupado y sin comprender nada. El
humo se elevó y comenzó a solidificarse, Harry poco a poco se acostumbró a
la luz, miraba entre sus dedos hacia el techo, y veía sorprendido como
el humo iba formando una pantalla casi sólida hasta el suelo. La esfera seguía abierta por el ojo. Cuando
pensó que aquello no era de su entendimiento y que debía hacer algo, preguntándose
porque Ron le enviaría algo así sin más indicaciones, una voz le saludó
desde la pantalla hecha de humo. -¡¿A
que no te dije Harry?! ¡Ya verás! Harry
se quedó con la boca abierta. Ron
le sonreía en vivo y en directo desde la Madriguera, junto a Hermione, Fred,
George, Ginny, Bill, Charlie y los Sres. Weasley. Le
dijeron muchas voces a la vez. Harry se quedó con la boca abierta. Ron le sonreía
en vivo y en directo desde la Madriguera, junto a Hermione, Fred, George, Ginny,
Bill, Charlie y los Sres. Weasley. No
podía creer aquello...Todos le miraban sonrientes y cómplices, en lo que Harry
reconocía indudablemente como la Madriguera, la casa de la familia de Ron, la
que había conocido en segundo año y la que le agradaba bastante...Se preguntó
si aquel aparato Visionaro no sería una clase de grabación mágica, como un
video, aun así le daba mucho gusto ver a los Weasley, ver a Hermione...Ellos
parecían esperar que dijera algo, pero al verlo tan asombrado, Hermione se
adelantó. |
Continuará...
Autora: Mariana de Beauxbatons.