Harry Potter.

 

4 Fiesta de cumpleaños

-¿Cómo es posible?- Preguntó Harry aun sin entender aquello -Pensé que estaban en Escocia o Irlanda...
-Ah, pues verás -Dijo Ron- Fue idea de Fred y George hacerte creer eso, para darte la sorpresa.

Fred y George sonrieron a Harry. 
-Nuestro padre no sabía como funcionaba bien este aparato, así que Fred y yo nos pusimos a investigarlo. ¿Pues qué creías que era esto Harry? -
Preguntó Charlie aun pendiente a la cara de sorpresa de Harry.
-Una clase de...video mágico, algo grabado, no en vivo...
-¿Un video?
- Cuestionó el Sr. Weasley con interés, seguramente la Sra. Weasley sospechó que se pondría a preguntar sobre eso, porque intervino de inmediato mirando a Harry con dulzura y preocupación.
-¿Cómo estás cielo?
-Bien, gracias, ¡De verdad que me han sorprendido!
-Ese era el propósito de esto- Repuso Bill sonriendo, aun con su cabello largo y su pendiente en la oreja. 
-Oye, pero nos has tenido en ascuas, desde hace rato supusimos que Pig, Errol y Hermes debieron llevarte el paquete, pero nos has tenido esperando buen rato Harry, a mis papás casi los tenías al borde del susto. -Pues parecía que también Charlie había estado al borde del susto como ellos, al decirlo tan serio. Seguramente temían que Voldemort le hubiera hecho algo...Aun sabiendo que Dumbledore insinuaba que Harry estaría bien en casa de sus tíos.
-Oh, bueno... -Dijo Harry tratando de aparentar calma, no deseaba importunarlos con su cuento de los seres que lo habían perseguido...- estaba dormido, y salí antes de eso. Pero supongo que este aparato debió costarles mucho...
-Dijo algo preocupado, sabía que los Weasley no contaban con una posición económica privilegiada. Que hubieran gastado tanto dinero en ese regalo para él le incomodaba. Ron lo miró, enfadándose por su preocupación.
-OH vamos Harry, no te apures por eso, además, aunque parezca increíble, Fred y George consiguieron mucho dinero con lo de los Sortilegios Weasley.

La Sra. Weasley sonrió ante aquella afirmación, Harry la miró sin comprender...Sabía que a ella no le agradaba la idea de que sus hijos quisiesen dedicarse al negocio de los artículos de broma. Precisamente el año pasado les había armado un escándalo por ello.
-Bueno cielo, -Le dijo a Harry comprendiendo su expresión- no creo poder detenerlos si eso es lo que quieren. ¡Siempre estoy preocupada por Charlie, por su trabajo tan cerca de dragones!
-Ay mamá...
- Contestó él algo avergonzado con su expresión de angustia. Pero ella no le hizo caso y continuó hablando con Harry.
-¡Y luego Bill y Gringotts!, ¡No entiendo porque mis hijos quieren tener trabajos tan difíciles y peligrosos!
-Mamá, solo lo dices porque no nos tienes cerca, pero cualquier trabajo es difícil y a su modo peligroso. Ahí tienes a papá, en el Ministerio- Dijo Bill mirándola con cariño. Fred movió la cabeza a un lado y otro en desacuerdo
-¿Ya ves madre?, un negocio de bromas no es nada de eso comparado con lo de ellos. Deberías apoyar nuestra futura decisión.
-Claro, a menos que te explote la tienda porque algo salió mal y tu inversión haya desaparecido como tus tontos sueños...
- Repuso Ron con algo de diversión en la cara, mirando a Harry quien estaba divertido escuchándoles y mirándoles en aquella discusión. Hermione sonreía viéndolo, también moviendo la cabeza contenta. La única que parecía lejana era la hermana menor de Ron, Ginny, quien siempre se había mostrado así cuando Harry estaba cerca, aunque últimamente a él le parecía que se había abierto más. Desde el momento en que lo vio, la primera vez que Harry había estado en la Madriguera cuando tenía los 12 años, a Ginny le había gustado Harry y esto era motivo de burla de sus hermanos. Después, ese mismo año en Hogwarts, Harry le había salvado la vida a Ginny, cuando ocurrió lo de la Cámara Secreta. Él le sonrió y ella le respondió con un rubor en las mejillas y la vista al piso.
-Pues para que lo sepas, nuestros productos son de excelente calidad, Ronnie- Mencionó molesto George, sabiendo que el que llamara así a Ron, le enojaba.
-Creo que él no lo dijo para molestarte, George. Es su modo de estar agradecido- Intervino Hermione. George enarcó las cejas mirando a Ron.
-Lo sé, solo siente envidia de nuestro talento natural
-Sí, sí, siento envidia de hacer explotar la casa cada 4 de 5 veces. ¡Y no estoy agradecido, no me apuraba tener una túnica nueva!

Hermione miró a Harry y con palabras en la mirada, le dijo que aquello era mentira, claro que Harry sabía ya eso, después de lo que sufrió por su túnica de mujer para el Baile de Navidad.
-Tal vez Ronnie esté molesto porque le compramos una nueva túnica de gala- Dijo Fred, guiñándole un ojo a Harry, quien sonrió comprendiendo y le agradeció con la mirada. Harry les había dado a Fred y George el premio del Torneo de los Tres Magos, el curso pasado. Aquel dinero creía que le pertenecía a Cedric...pero sus padres no lo habían querido aceptar y Harry no lo quería tampoco, no se lo merecía...Así que se lo dio a los gemelos Weasley para su negocio de bromas pidiéndoles de único favor que le compraran una nueva túnica de gala a Ron, pues la de él, de segunda mano, parecía de mujer y había sido motivo de burla y pena para su mejor amigo. Y les pidió que no contasen nada, y menos a él.
-¿De verdad Ron? -
Preguntó como no conociendo aquello. Ron asintió feliz, aunque se sentía visiblemente molesto de que sus hermanos se la hubieran comprado. Harry lo sabía. Y si se enteraba de la verdad...seguramente se enojaría mucho.
-Sí, está como yo la imaginaba, yo mismo la escogí, ah, ya espero otra fiesta para usarla y embarrársela en la cara a Malfoy.
-Así que Harry ya te imaginarás como estará la dichosa túnica si él la escogió-
Dijo Fred haciendo una mueca de pena y horror, sosteniendo una túnica invisible entre manos.

Todos se rieron a excepción de Ron, quien solo dejó ver un rubor rojo de coraje en el rostro. Harry decidió preguntar por alguien a quien no veía por ningún lado, antes de que Ron se encendiera más. Pero Harry sabía que todos ellos estaban haciendo aquello para divertirlo y lo agradeció mucho en su interior.
-¿Y Percy?, no lo veo por ningún lado.
-Ah, Percy
- Dijo el Sr. Weasley, quien había permanecido callado, solo riendo y observando a sus hijos discutir y hablar.
-¿Quién es Percy?
- Preguntó con cara de inocencia Fred. La cara de George se le encendió con una expresión de una nueva idea que comprendía de su hermano.
-Es cierto...me suena ese nombre en algún lado...
-¿No era aquel inquilino que vivía con nosotros George, que solo comía aquí y no hablaba con nadie, el presuntuoso, el del premio asnal y presumido del año?
-¿El que se la pasaba encerrado en su habitación haciendo informes tontos para el Ministerio?
-Sí creo que sí...El que decía: "No hagan tanto ruido, me molesta, soy tan importante", el que se hacía llamar Weatherby.

Todos estaban riéndose ante aquello, especialmente por la imitación de Percy que había hecho tan hábilmente Fred. Solo la Sra. Weasley no se reía, y aunque su esposo quiso reírse a escondidas, tras Bill, ella lo cachó y tuvo que aguantarse la risa.
-Ya basta chicos, -Luego miró a Harry quien paró su risa- pues Percy sigue en el Ministerio cielo, ya ves, con la pérdida del Sr. Crouch, y con la investigación sobre Bagman.
-¿Sobre Bagman? ¿Ludo Bagman?
-Sí Harry, -Continuó el Sr. Weasley esta vez- parece que debe mucho dinero, y luego con lo del regreso de Quien-ya-sabes, creo que se siente algo presionado, estuvo pasando información a los mortífagos hace mucho, aunque él alegó que no sabía quienes eran en realidad.

Harry se quedó pensativo...El había presenciado ese momento en el Pensadero del Profesor Dumbledore, una vez que esperaba para hablar con él de su sueño en clase de adivinación. Vio ese juicio...El Pensadero era una clase de "guardapensamientos", para examinarse después con mucha calma. No solo había presenciado aquello...Ron y Hermione también lo sabían de antemano gracias a Harry y por eso se quedaron callados como él.
-Percy tiene que hacer por ahora el trabajo de Crouch, mientras se arreglan las cosas. Por eso casi no está por la casa, aunque estaba muy preocupado por no quedarse a tu cumpleaños, aun así, te envía felicitaciones.
-¿Han sabido algo de Karkarov?

Ellos se miraron unos a otros, como pensando que el regalo no estaba resultando del todo como deseaban, al hablar de todo aquello.
-No cielo, -Repuso la Sra. Weasley- nada de él...el Ministerio lo busca, para investigar y para ayudarlo...
-Pero no hablemos más de ésto, me hace doler la cabeza madre- Dijo rápido Fred, mirando sonriente a Harry.
-Este no es el único regalo que te enviamos en realidad. -Dijo Ron orgulloso- Je, je.

Harry se sorprendió con aquello. ¿Otro regalo?, se sintió enrojecer de la pena de ver que ellos gastasen en él. Ron debió darse cuenta, porque tomó la palabra de pronto.
-No es algo muy acá, pero bueno, búscalo bajo la cama, le dije a Pig, Hermes y Errol que lo pusieran ahí, tu sabes, para que primero vieses éste.

Harry se agachó y sacó un paquete con envoltura plateada algo vieja, se sentó de nuevo y comenzó a abrirla. Extrañamente, en el interior venía primero un paquete pequeñito, con envoltura roja y bonita de reflejos, con una nota. En la nota decía "No lo leas, por favor...", así que hizo como que aun destapaba el regalo y siguió leyendo la nota con letra pequeña y curiosa.
Harry:

Nunca te había enviado un regalo...aun ni cuando me salvaste en segundo año, así que discúlpame y por favor, no le digas a mis hermanos que te di ésto, no quiero que lo sepan...espero que te guste...lamento haber esperado tanto...

Harry no encontró un nombre pero supuso de quien era...Miró la pantalla mágica y sus ojos buscaron a Ginny, quien tenía los ojos ocultos bajo sus mechones rojizos y solo lo miró de reojo, igual de sonrojada que antes. Parecía apenada, pues ni le sonrió, había algo en sus ojos castaños. Harry prefirió no hacer escándalo y se guardó el paquetito secretamente, continuó abriendo el regalo. Eran dos pasteles, uno de chocolate, con el nombre de Harry con letras en crema batida y el número 15, realmente delicioso a la vista. Pero el otro...aquello era un pastel algo extraño, con velas que se encendieron en cuanto Harry lo descubrió por completo...tenía un raro betún color naranja y unas letras maquiavélicas mal trazadas en color verde "Feliz cumpleaños Harry", él miró agradecido a los Weasley, quienes empezaron a cantar las mañanitas a coro bastante bien, mientras Hermione los acompañaba mirando a Harry con una dulce expresión. Harry los escuchó feliz, jamás nadie en su vida le había cantado ni dado un pastel siquiera, aquella era como una fiesta que nunca tuvo en ninguno de sus cumpleaños. Cuando ellos acabaron la canción, Harry aplaudió muy contento, cosa que pareció alegrarlos también.
-Ahora sopla las velitas Harry
- Dijo Ron, con un gesto algo raro en el rostro. Harry asintió y aspiró fuerte, pero los vio tan expectantes que pensó que había algo raro en todo aquello...
-¿No será algún sortilegio Weasley verdad?
-Nooo, ¿Cómo crees?
- Dijo con fingida inocencia, con ojos saltones.
-¿Cómo puedes creer que te haríamos algo así Harry?, me ofendes...
- Siguió George, con cara de ofendido, sosteniéndose de su gemelo, quien movía la cabeza con una mano en el corazón a modo de mártir. Los demás sonreían parejo, como una perfecta sincronía, algo que daba miedo. Solo Hermione parecía que no conocía nada de ello.
-Vale...
- Dijo no muy convencido, así que se preparó a soplar...
-Oye, pero hazlo con cuidado, aun no está perfecto, puede que

Demasiado tarde llegó la advertencia de Fred. Harry sopló con todas sus ganas y el humo creció alarmantemente llenando la habitación por completo, de un color amarillo muy espeso, los que miraban por la pantalla se alarmaron. Comenzaron a llamar a Harry, quien no se veía por ningún lado.
-¡Pobre de ti donde a Harry le haya pasado algo Fred!
- Profirió su madre jalándolo de un brazo molesta, Hermione veía el humo como estudiándolo preocupada.
-¡Yo no tengo la culpa!, ¡El de las velas fue George!
-¡Epale Fred, los dos estamos en esto!
-¿Harry?, Molly creo que algo le pasó...

-Harry... -
Dijo Ginny con angustia severa. Ron gritó:
-¡Harryyyy!

De pronto la silueta de Harry comenzó a aparecer entre el humo, cubriéndose la boca, pero con una expresión divertida en la cara, incluso riéndose. Los Weasley y Hermione sonrieron al verlo bien al parecer, entonces, la habitación comenzó a iluminarse con fuegos artificiales preciosos, nada ruidosos, mientras el humo se disipaba. Harry miraba aquello tan cerca emocionado, era impresionante, las múltiples luces y las formas que tomaban, de criaturas mágicas distintas algunas conocidas y otras no, incluso ya se descubrió la boca y la mantuvo abierta admirando el espectáculo, los demás lo miraban también encantado, y sus creadores, Fred y George, sonreían orgullosos de su pequeña creación. Aquello duró unos 15 minutos, luego, todo se disolvió lentamente y la habitación quedó en penumbras, Harry se levantó, pues había caído al soplar las velitas y dispararse aquel humo, y vio que el pastel extraño ya no estaba, sino en su lugar había un paquete que resultó ser un "Catálogo de Sortilegios Weasley," con tapas negras con letras rojas que se movían bailoteando lentamente y reían si se tocaban.
-¡Ge..ni..al! -
Dijo Harry aun con la garganta irritada por el humo, pero bastante contento con aquella demostración de ingenio.
-Aun no está del todo perfecto como te habrás dado cuenta, así que disculpa -
Mencionó apenado George, obligado por la mirada de sus padres ante el susto que habían tenido.
-Gracias...la verdad, este cumpleaños ha sido el mejor que he tenido en mi vida...Gracias...
- Pronunció con la vista en el suelo y apenado Harry, sintiéndose feliz. Seguramente estaba sonrojado. Quizá debía ser más demostrativo con la gente que le quería, después de estar tan cerca de la muerte...Ellos habían temido perderle. Aunque no lo dijesen.
-Oh de nada cariño, ha sido un placer, también nos divertimos mucho.
-La Sra. Weasley le miró con ternura.
-Bueno, el Visionaro se apagará dentro de 5 minutos Harry, así que creo que es hora de despedirnos- Dijo Hermione, viendo su reloj.
-Fred y George no pudieron ponerle más tiempo.
-No nos dieron más tiempo, Ronnie, ¿Verdad Fred?
-No importa, fue estupendo, gracias a todos.

Harry sonrió y miró a Ron, quien le hacía señas para que viese debajo de la cama después, tratando de que nadie le viera. Pero Hermione también captó la idea. El asintió comprendiendo.
-Bueno cielo, hasta pronto, sabes, Dumbledore nos dijo que puedes venir la última semana de Agosto, para luego llevarte a Hogwarts con los chicos.
-¿De verdad? -
Repuso él emocionado. -Solo una semana... -Continuó algo triste por el límite de tiempo. Ellos parecieron comprenderlo, el Sr. Weasley le habló con cariño:
-Sí, nosotros queríamos que fuese todo el mes de Agosto, pero ya ves, Dumbledore sabe lo que hace y hay que confiar en él. Además, parece que todo va bien por ahí, ¿No? en Privet Drive.

Harry guardó silencio sin saber si decirles o no lo ocurrido...Su mente fue a mil...Todos creían que todo estaba bien en Privet Drive, hasta el mismo Profesor Dumbledore, pero si estaban tan pendientes en él a cuidarle...¿Por qué no supieron de lo sucedido en casa de la Sra. Figg, de esos seres?...Una parte de él quiso hablar, así podría quizá irse desde mañana mismo con los Weasley a la Madriguera, si les decía que no todo estaba bien y que le había dolido de nuevo la cicatriz. Pero por otro lado...no quería preocuparlos, no le gustaba dar problemas...¿Y si no decía nada y algo peor ocurría y su silencio traía más mal que bien?, y todo por quedarse callado...

Ellos parecieron percibir su indecisión, pues Harry se quedó como en blanco unos segundos...
-¿Acaso no está todo bien Harry?
- Preguntó Hermione suspicaz, notando de inmediato la expresión de su amigo. Harry dudaba...
-Cariño, ¿Qué ocurre? -Cuestionó la Sra. Weasley, bastante preocupada- ¿Pasó algo?
-No...nada...no es nada-
Dijo él de inmediato, yendo contra sí mismo.
-¿Como que nada? ¡Te quedaste ido unos segundos! -
Repuso Ron algo exasperado por la actitud de Harry. En ese instante, algo golpeó contra la ventana, el silencio se hizo presente entre todos. Harry se volvió inmediatamente, mientras los demás miraban hacia donde él se dirigía. Harry vio a una lechuza grande y bonita del otro lado del cristal, con un sobre atado a la pata, el que reconoció como de Hogwarts.
-¿Qué pasó Harry?- Preguntó Charlie con una nota de alarma en la voz.
-Es solo la lechuza de Hogwarts.

Harry miró a la lechuza y le hizo señas indicándole que no podría entrar, que tendría que dársela en otro momento.
-¿Por qué no la dejas pasar?
-Bill tiene razón Harry-
Mencionó Hermione mirándolo con ojos que querían descubrirlo.
-No puedo abrir la ventana, mis tíos me castigaron. La cerraron. Pero no se preocupen- Dijo no muy convencido, sin mirarlos directamente, tratando de que su voz sonase segura, pues si le preguntaban más, podría terminar explicando lo ocurrido...
-Oh...bueno cielo, espero que no sea nada grave...

Harry estaba mirando a la lechuza irse cuando algo llamó su atención en la calle en penumbras.
-¿Y ahora por qué te castigaron esos...muggles? -
Preguntó enojado Ron, algo confundido al ver a Harry mirando hacia afuera.
-Por lo de siempre... -
Dijo Harry mirando las siluetas tenues de los seres otra vez, muy tenues, sobre la acera de enfrente, quietas y como esperando algo, mirando hacia la ventana...Un escalofrío recorrió a Harry de pronto. Lo hizo temblar de frío, como cuando estaba cerca de un Dementor, un ser que era guardia de la prisión de los magos, Azkaban y que consumía los pensamientos y sentimientos buenos y positivos de una persona, arrancándole la felicidad y esperanza. Y una ligera punzada en la frente lo atacó nublándole la vista un segundo.
-Harry, ¿Estás seguro que todo está bien? -
Preguntó de nuevo el Sr. Weasley, tan preocupado como los demás al ver el comportamiento de Harry.
-Claro que no está bien, ¡Temblaste! ¡¿Qué pasa Harry?! -
Le volvió a preguntar angustiado Ron, pero Harry se volvió a ellos tratando de disimular lo que le ocurría, lo que miraba en la calle y que desapareció tan lentamente como apareció frente a sus ojos. Trató de ignorar su dolor en la frente y el frío que comenzaba a disiparse poco a poco de su cuerpo.
-Nada, tengo frío, creo que me dará gripa o algo por el estilo, muchas gracias por la fiesta de cumpleaños y los regalos, de verdad lo aprecio muchísimo y no lo olvidaré.

La pantalla del Visionaro comenzaba a esfumarse llevándose a los Weasley y a Hermione, ellos lo miraban sin comprender demasiado lo que habían percibido, Hermione miró su reloj y por su cara, los 5 minutos habían pasado.
-Harry... -
Dijo el Sr. Weasley preocupado...
-Nos vemos pronto cielo- Siguió su esposa igual de extrañada que él, intentando sonreírle. Ginny le murmuró un adiós angustiado y los gemelos le hicieron prometer que revisaría su catálogo de inventos, mientras Bill y Charlie le dijeron un hasta pronto con una media sonrisa y medio apuro y Ron y Hermione se le quedaron viendo, sospechando que algo no estaba bien con su amigo, reprochándole que no se los dijera, con una gran aflicción en el rostro...

El Visionaro terminó su función y Harry se quedó de nuevo solo en la habitación, con las luces encendidas. Harry se asomó de nuevo a la ventana y la calle ahora estaba desierta...Por primera vez pensó que había estado mal no decirle a los Weasley y su amiga lo ocurrido, pues era bastante raro que todos supusieran que Privet Drive estaba segura...No podía olvidar lo de la llamada del hospital y que la contestadora no estuviera encendida...Había hecho mal en no comentárselos, como ellos se lo pedían. Si algo malo ocurría, solo sería su culpa por quedarse con la boca cerrada, y ellos se culparían por no haberle sacado información. Así que se prometió que si algo de nuevo ocurría respecto a lo mismo, ahora sí se los comunicaría sin chistar. Por algo le querían y se preocupaban por él como se lo habían demostrado. Trató de hacer esos pensamientos a un lado y recordó el regalo de Ginny y la petición de Ron de ver debajo de la cama.

Así que pensó mejor en ello y se agachó sacando otro paquete envuelto en papel rugoso color verde, junto a una carta. Se sentó en la cama preguntándose que hora sería...de pronto, recordó que no tenía ya un reloj. Seguramente ya era muy noche y mañana como castigo lo levantarían temprano, así que se puso a abrir la carta rápidamente, pensando que pese a todas las rarezas de esa noche, estaba muy contento con la fiesta que ellos le habían organizado como una gran sorpresa y que de verdad les había quedado muy bien. Se puso a leer con una sonrisa sobresaliendo a la preocupación...
Harry:

Sé que te quejarás de que gaste más en tu cumpleaños, pero me sentía mal al no enviarte algo de mi parte solamente, ya ves que el Visionaro fue un regalo familiar, el pastel explosivo te lo envió Fred y George, y pues mi mamá te envió el pastel de chocolate, así que no podía quedarme a gusto sin regalarte nada. (No pongas esa cara de que no era necesario, bla, bla, ya casi te veo mientras escribo ésto), así que éste es tu último regalo de cumpleaños sorpresa, espero que te guste.
 Ron

P.D. Nos vemos pronto, ¡Animo!

Harry sonrió. Tenía razón, no le agradaba que gastara tanto en su cumpleaños, pero bueno, ahora no podía reclamarle, así que agradeció aquel gesto y se dispuso a abrir el regalo de su mejor amigo. Para su sorpresa, era un libro, de tapas gruesas y con el escudo de Hogwarts en el centro de la tapa principal color negra. En cada esquina traía el escudo de cada casa, Slytherin, Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff. ¿Por qué Ron le enviaría un libro y de Hogwarts precisamente?, se rió imaginando que ya se le hubiera adherido el gusto de Hermione por la lectura. "Espero que no sea La historia de Hogwarts", pensó recordando el hecho de que Hermione se lo supiese de memoria. Intrigado por el regalo, lo abrió y leyó la primera página, escrita con letras doradas y estilizadas.
- "El Quidditch en imágenes de Hogwarts: Equipos de todos los años y sus técnicas desde el comienzo, una guía práctica para conocer la evolución de tan sensacional juego en el Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts".

Imaginándose porque Ron le enviaría aquello, comenzó a ojear el libro rápidamente emocionado, viendo en las páginas a los equipos de las respectivas casas de años anteriores, con datos sobre los jugadores y que equipos ganaban la Copa de Quidditch. Cuando al fin encontró lo que buscaba, se quedó mirando las páginas con cierto orgullo y nostalgia...Allí estaba su padre con su equipo, en diversas imágenes mágicas volando sobre su escoba. Sobre una foto de él de cuerpo completo, sosteniendo su escoba con una sonrisa, venía su nombre junto a las palabras "Excelente jugador". El libro no traía mucha información escrita pues estaba más que nada dedicado a las imágenes, solo ciertos comentarios. Harry supuso el porque, al ver que el autor era una clase de fotógrafo. Pero aquellas imágenes le decían todo. También encontró imágenes de Charles Weasley, el hermano de Ron y para su sorpresa, en las últimas páginas, los equipos actuales del Colegio. Se sintió extraño mirándose en las fotos, y sobre todo al ver que sobre la suya de cuerpo completo que quien sabe cuando le sacarían, decía "El buscador más joven de los últimos cien años en Hogwarts, a la edad de 11 años, junto a los otros excelentes jugadores de su equipo, le han dado la victoria a Gryffindor luego de que Slytherin se había llevado la Copa varios años indiscutiblemente". Las fotos de sus compañeros también decían cosas similares y buenas, y eso hizo sentir a Harry muy contento. Cerró el libro y lo puso junto a todo lo demás y sacó el paquetito que Ginny le había enviado tan cautelosa y secretamente. Cuando quitó la envoltura, se encontró con un tipo amuleto que colgaba de una cadena de plata. Aquel amuleto era circular, y grueso, como una moneda antigua, también plateada, con un fénix grabado en el centro, extendiendo sus alas y una extraña expresión en el rostro . El objeto relucía bastante...Harry lo tomó entre manos e inmediatamente sintió algo raro en los dedos, una clase de energía tenue pero fue solo un instante, así que no le dio mucha importancia. Más bien le preocupó que Ginny le comprase algo tan extraordinario como aquello, y que pareciese algo valioso y fuera de lo común. Pero su nota no incluía ninguna advertencia o información y quizá solamente era de adorno. ¿Entonces por qué la sensación que tuvo?

Miró el reverso de la moneda y sorprendido leyó su nombre completo en ella, con letras muy bonitas y espaciadas. Seguramente Ginny se lo había mandado grabar, un gasto extra pensó...Se sintió mal al pensar en ello, que ella juntase dinero para comprarle semejante regalo, lo avergonzaba. Así que sintiéndose en deuda, se lo pasó por la cabeza y se lo puso al cuello de inmediato. No supo porque, pero se sintió bien portándolo y la sensación extraña que tuvo al principio no apareció de nuevo. Un fénix... ¿Dónde conseguiría Ginny el objeto?

Continuará...

Autora: Mariana de Beauxbatons.