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Fiesta de cumpleaños
-¿Cómo
es posible?- Preguntó Harry aun sin entender aquello -Pensé que estaban en
Escocia o Irlanda...
-Ah, pues verás -Dijo Ron- Fue idea de Fred y George hacerte creer eso, para
darte la sorpresa.
Fred
y George sonrieron a Harry.
-Nuestro padre no sabía como funcionaba bien este aparato, así que Fred y yo
nos pusimos a investigarlo.
¿Pues qué creías que era esto Harry?
- Preguntó
Charlie aun pendiente a la cara de sorpresa de Harry.
-Una clase de...video mágico, algo grabado, no en vivo...
-¿Un video?
- Cuestionó
el Sr. Weasley con interés, seguramente la Sra. Weasley sospechó que se pondría
a preguntar sobre eso, porque intervino de inmediato mirando a Harry con dulzura
y preocupación.
-¿Cómo estás cielo?
-Bien, gracias, ¡De verdad que me han sorprendido!
-Ese era el propósito de esto- Repuso Bill sonriendo, aun con su cabello largo
y su pendiente en la oreja.
-Oye, pero nos has tenido en ascuas, desde hace rato supusimos que Pig, Errol y
Hermes debieron llevarte el paquete, pero nos has tenido esperando buen rato
Harry, a mis papás casi los tenías al borde del susto. -Pues parecía que
también Charlie había estado al borde del susto como ellos, al decirlo tan
serio. Seguramente temían que Voldemort le hubiera hecho algo...Aun sabiendo
que Dumbledore insinuaba que Harry estaría bien en casa de sus tíos.
-Oh, bueno... -Dijo Harry tratando de aparentar calma, no deseaba importunarlos
con su cuento de los seres que lo habían perseguido...- estaba dormido, y salí
antes de eso. Pero supongo que este aparato debió costarles mucho...
-Dijo
algo preocupado, sabía que los Weasley no contaban con una posición económica
privilegiada. Que hubieran gastado tanto dinero en ese regalo para él le
incomodaba. Ron lo miró, enfadándose por su preocupación.
-OH vamos Harry, no te apures por eso, además, aunque parezca increíble, Fred
y George consiguieron mucho dinero con lo de los Sortilegios Weasley.
La
Sra. Weasley sonrió ante aquella afirmación, Harry la miró sin
comprender...Sabía que a ella no le agradaba la idea de que sus hijos quisiesen
dedicarse al negocio de los artículos de broma. Precisamente el año pasado les
había armado un escándalo por ello.
-Bueno cielo, -Le dijo a Harry comprendiendo su expresión- no creo poder
detenerlos si eso es lo que quieren. ¡Siempre estoy preocupada por Charlie, por
su trabajo tan cerca de dragones!
-Ay mamá...
- Contestó
él algo avergonzado con su expresión de angustia. Pero ella no le hizo caso y
continuó hablando con Harry.
-¡Y luego Bill y Gringotts!, ¡No entiendo porque mis hijos quieren tener
trabajos tan difíciles y peligrosos!
-Mamá, solo lo dices porque no nos tienes cerca, pero cualquier trabajo es difícil
y a su modo peligroso. Ahí tienes a papá, en el Ministerio- Dijo Bill mirándola
con cariño. Fred movió la cabeza a un lado y otro en desacuerdo
-¿Ya ves madre?, un negocio de bromas no es nada de eso comparado con lo de
ellos. Deberías apoyar nuestra futura decisión.
-Claro, a menos que te explote la tienda porque algo salió mal y tu inversión
haya desaparecido como tus tontos sueños...
- Repuso
Ron con algo de diversión en la cara, mirando a Harry quien estaba divertido
escuchándoles y mirándoles en aquella discusión. Hermione sonreía viéndolo,
también moviendo la cabeza contenta. La única que parecía lejana era la
hermana menor de Ron, Ginny, quien siempre se había mostrado así cuando Harry
estaba cerca, aunque últimamente a él le parecía que se había abierto más.
Desde el momento en que lo vio, la primera vez que Harry había estado en la
Madriguera cuando tenía los 12 años, a Ginny le había gustado Harry y esto
era motivo de burla de sus hermanos. Después, ese mismo año en Hogwarts, Harry
le había salvado la vida a Ginny, cuando ocurrió lo de la Cámara Secreta. Él
le sonrió y ella le respondió con un rubor en las mejillas y la vista al piso.
-Pues para que lo sepas, nuestros productos son de excelente calidad, Ronnie-
Mencionó molesto George, sabiendo que el que llamara así a Ron, le enojaba.
-Creo que él no lo dijo para molestarte, George. Es su modo de estar agradecido-
Intervino Hermione. George enarcó las cejas mirando a Ron.
-Lo sé, solo siente envidia de nuestro talento natural
-Sí, sí, siento envidia de hacer explotar la casa cada 4 de 5 veces. ¡Y no
estoy agradecido, no me apuraba tener una túnica nueva!
Hermione
miró a Harry y con palabras en la mirada, le dijo que aquello era mentira,
claro que Harry sabía ya eso, después de lo que sufrió por su túnica de
mujer para el Baile de Navidad.
-Tal vez Ronnie esté molesto porque le compramos una nueva túnica de gala- Dijo
Fred, guiñándole un ojo a Harry, quien sonrió comprendiendo y le agradeció
con la mirada. Harry les había dado a Fred y George el premio del Torneo de los
Tres Magos, el curso pasado. Aquel dinero creía que le pertenecía a
Cedric...pero sus padres no lo habían querido aceptar y Harry no lo quería
tampoco, no se lo merecía...Así que se lo dio a los gemelos Weasley para su
negocio de bromas pidiéndoles de único favor que le compraran una nueva túnica
de gala a Ron, pues la de él, de segunda mano, parecía de mujer y había sido
motivo de burla y pena para su mejor amigo. Y les pidió que no contasen nada, y
menos a él.
-¿De verdad Ron?
- Preguntó
como no conociendo aquello. Ron asintió feliz, aunque se sentía visiblemente
molesto de que sus hermanos se la hubieran comprado. Harry lo sabía. Y si se
enteraba de la verdad...seguramente se enojaría mucho.
-Sí, está como yo la imaginaba, yo mismo la escogí, ah, ya espero otra fiesta
para usarla y embarrársela en la cara a Malfoy.
-Así que Harry ya te imaginarás como estará la dichosa túnica si él la
escogió- Dijo
Fred haciendo una mueca de pena y horror, sosteniendo una túnica invisible
entre manos.
Todos
se rieron a excepción de Ron, quien solo dejó ver un rubor rojo de coraje en
el rostro. Harry decidió preguntar por alguien a quien no veía por ningún
lado, antes de que Ron se encendiera más. Pero Harry sabía que todos ellos
estaban haciendo aquello para divertirlo y lo agradeció mucho en su interior.
-¿Y Percy?, no lo veo por ningún lado.
-Ah, Percy
- Dijo
el Sr. Weasley, quien había permanecido callado, solo riendo y observando a sus
hijos discutir y hablar.
-¿Quién es Percy?
- Preguntó
con cara de inocencia Fred. La cara de George se le encendió con una expresión
de una nueva idea que comprendía de su hermano.
-Es cierto...me suena ese nombre en algún lado...
-¿No era aquel inquilino que vivía con nosotros George, que solo comía aquí
y no hablaba con nadie, el presuntuoso, el del premio asnal y presumido del año?
-¿El que se la pasaba encerrado en su habitación haciendo informes tontos para
el Ministerio?
-Sí creo que sí...El que decía: "No hagan tanto ruido, me molesta, soy
tan importante", el que se hacía llamar Weatherby.
Todos
estaban riéndose ante aquello, especialmente por la imitación de Percy que había
hecho tan hábilmente Fred. Solo la Sra. Weasley no se reía, y aunque su esposo
quiso reírse a escondidas, tras Bill, ella lo cachó y tuvo que aguantarse la
risa.
-Ya basta chicos, -Luego miró a Harry quien paró su risa- pues Percy sigue en
el Ministerio cielo, ya ves, con la pérdida del Sr. Crouch, y con la
investigación sobre Bagman.
-¿Sobre Bagman? ¿Ludo Bagman?
-Sí Harry, -Continuó el Sr. Weasley esta vez- parece que debe mucho dinero, y
luego con lo del regreso de Quien-ya-sabes, creo que se siente algo presionado,
estuvo pasando información a los mortífagos hace mucho, aunque él alegó que
no sabía quienes eran en realidad.
Harry
se quedó pensativo...El había presenciado ese momento en el Pensadero del
Profesor Dumbledore, una vez que esperaba para hablar con él de su sueño en
clase de adivinación. Vio ese juicio...El Pensadero era una clase de
"guardapensamientos", para examinarse después con mucha calma. No
solo había presenciado aquello...Ron y Hermione también lo sabían de antemano
gracias a Harry y por eso se quedaron callados como él.
-Percy tiene que hacer por ahora el trabajo de Crouch, mientras se arreglan las
cosas. Por eso casi no está por la casa, aunque estaba muy preocupado por no
quedarse a tu cumpleaños, aun así, te envía felicitaciones.
-¿Han sabido algo de Karkarov?
Ellos
se miraron unos a otros, como pensando que el regalo no estaba resultando del
todo como deseaban, al hablar de todo aquello.
-No cielo, -Repuso la Sra. Weasley- nada de él...el Ministerio lo busca, para
investigar y para ayudarlo...
-Pero no hablemos más de ésto, me hace doler la cabeza madre- Dijo rápido
Fred, mirando sonriente a Harry.
-Este no es el único regalo que te enviamos en realidad. -Dijo Ron orgulloso-
Je, je.
Harry
se sorprendió con aquello. ¿Otro regalo?, se sintió enrojecer de la pena de
ver que ellos gastasen en él. Ron debió darse cuenta, porque tomó la palabra
de pronto.
-No es algo muy acá, pero bueno, búscalo bajo la cama, le dije a Pig, Hermes y
Errol que lo pusieran ahí, tu sabes, para que primero vieses éste.
Harry
se agachó y sacó un paquete con envoltura plateada algo vieja, se sentó de
nuevo y comenzó a abrirla. Extrañamente, en el interior venía primero un
paquete pequeñito, con envoltura roja y bonita de reflejos, con una nota. En la
nota decía "No lo leas, por favor...", así que hizo como que aun
destapaba el regalo y siguió leyendo la nota con letra pequeña y curiosa.
Harry:
Nunca
te había enviado un regalo...aun ni cuando me salvaste en segundo año, así
que discúlpame y por favor, no le digas a mis hermanos que te di ésto, no
quiero que lo sepan...espero que te guste...lamento haber esperado tanto...
Harry
no encontró un nombre pero supuso de quien era...Miró la pantalla mágica y
sus ojos buscaron a Ginny, quien tenía los ojos ocultos bajo sus mechones
rojizos y solo lo miró de reojo, igual de sonrojada que antes. Parecía
apenada, pues ni le sonrió, había algo en sus ojos castaños. Harry prefirió
no hacer escándalo y se guardó el paquetito secretamente, continuó abriendo
el regalo. Eran dos pasteles, uno de chocolate, con el nombre de Harry con
letras en crema batida y el número 15, realmente delicioso a la vista. Pero el
otro...aquello era un pastel algo extraño, con velas que se encendieron en
cuanto Harry lo descubrió por completo...tenía un raro betún color naranja y
unas letras maquiavélicas mal trazadas en color verde "Feliz cumpleaños
Harry", él miró agradecido a los Weasley, quienes empezaron a cantar las
mañanitas a coro bastante bien, mientras Hermione los acompañaba mirando a
Harry con una dulce expresión. Harry los escuchó feliz, jamás nadie en su
vida le había cantado ni dado un pastel siquiera, aquella era como una fiesta
que nunca tuvo en ninguno de sus cumpleaños. Cuando ellos acabaron la canción,
Harry aplaudió muy contento, cosa que pareció alegrarlos también.
-Ahora sopla las velitas Harry- Dijo
Ron, con un gesto algo raro en el rostro. Harry asintió y aspiró fuerte, pero
los vio tan expectantes que pensó que había algo raro en todo aquello...
-¿No será algún sortilegio Weasley verdad?
-Nooo, ¿Cómo crees?
- Dijo
con fingida inocencia, con ojos saltones.
-¿Cómo puedes creer que te haríamos algo así Harry?, me ofendes...
- Siguió
George, con cara de ofendido, sosteniéndose de su gemelo, quien movía la
cabeza con una mano en el corazón a modo de mártir. Los demás sonreían
parejo, como una perfecta sincronía, algo que daba miedo. Solo Hermione parecía
que no conocía nada de ello.
-Vale...
- Dijo
no muy convencido, así que se preparó a soplar...
-Oye, pero hazlo con cuidado, aun no está perfecto, puede que
Demasiado
tarde llegó la advertencia de Fred. Harry sopló con todas sus ganas y el humo
creció alarmantemente llenando la habitación por completo, de un color
amarillo muy espeso, los que miraban por la pantalla se alarmaron. Comenzaron a
llamar a Harry, quien no se veía por ningún lado.
-¡Pobre de ti donde a Harry le haya pasado algo Fred!
- Profirió
su madre jalándolo de un brazo molesta, Hermione veía el humo como estudiándolo
preocupada.
-¡Yo no tengo la culpa!, ¡El de las velas fue George!
-¡Epale Fred, los dos estamos en esto!
-¿Harry?, Molly creo que algo le pasó...
-Harry...
- Dijo
Ginny con angustia severa. Ron
gritó:
-¡Harryyyy!
De
pronto la silueta de Harry comenzó a aparecer entre el humo, cubriéndose la
boca, pero con una expresión divertida en la cara, incluso riéndose. Los
Weasley y Hermione sonrieron al verlo bien al parecer, entonces, la habitación
comenzó a iluminarse con fuegos artificiales preciosos, nada ruidosos, mientras
el humo se disipaba. Harry miraba aquello tan cerca emocionado, era
impresionante, las múltiples luces y las formas que tomaban, de criaturas mágicas
distintas algunas conocidas y otras no, incluso ya se descubrió la boca y la
mantuvo abierta admirando el espectáculo, los demás lo miraban también
encantado, y sus creadores, Fred y George, sonreían orgullosos de su pequeña
creación. Aquello duró unos 15 minutos, luego, todo se disolvió lentamente y
la habitación quedó en penumbras, Harry se levantó, pues había caído al
soplar las velitas y dispararse aquel humo, y vio que el pastel extraño ya no
estaba, sino en su lugar había un paquete que resultó ser un "Catálogo
de Sortilegios Weasley," con tapas negras con letras rojas que se movían
bailoteando lentamente y reían si se tocaban.
-¡Ge..ni..al!
-Dijo
Harry aun con la garganta irritada por el humo, pero bastante contento con
aquella demostración de ingenio.
-Aun no está del todo perfecto como te habrás dado cuenta, así que disculpa
- Mencionó
apenado George, obligado por la mirada de sus padres ante el susto que habían
tenido.
-Gracias...la verdad, este cumpleaños ha sido el mejor que he tenido en mi
vida...Gracias...
- Pronunció
con la vista en el suelo y apenado Harry, sintiéndose feliz. Seguramente estaba
sonrojado. Quizá debía ser más demostrativo con la gente que le quería,
después de estar tan cerca de la muerte...Ellos habían temido perderle. Aunque
no lo dijesen.
-Oh de nada cariño, ha sido un placer, también nos divertimos mucho.
-La
Sra. Weasley le miró con ternura.
-Bueno, el Visionaro se apagará dentro de 5 minutos Harry, así que creo que es
hora de despedirnos- Dijo Hermione, viendo su reloj.
-Fred y George no pudieron ponerle más tiempo.
-No nos dieron más tiempo, Ronnie, ¿Verdad Fred?
-No importa, fue estupendo, gracias a todos.
Harry
sonrió y miró a Ron, quien le hacía señas para que viese debajo de la cama
después, tratando de que nadie le viera. Pero Hermione también captó la idea.
El asintió comprendiendo.
-Bueno cielo, hasta pronto, sabes, Dumbledore nos dijo que puedes venir la última
semana de Agosto, para luego llevarte a Hogwarts con los chicos.
-¿De verdad?
- Repuso
él emocionado.
-Solo una semana...
-Continuó
algo triste por el límite de tiempo. Ellos parecieron comprenderlo, el Sr.
Weasley le habló con cariño:
-Sí, nosotros queríamos que fuese todo el mes de Agosto, pero ya ves,
Dumbledore sabe lo que hace y hay que confiar en él. Además, parece que todo
va bien por ahí, ¿No? en Privet Drive.
Harry
guardó silencio sin saber si decirles o no lo ocurrido...Su mente fue a
mil...Todos creían que todo estaba bien en Privet Drive, hasta el mismo
Profesor Dumbledore, pero si estaban tan pendientes en él a cuidarle...¿Por qué
no supieron de lo sucedido en casa de la Sra. Figg, de esos seres?...Una parte
de él quiso hablar, así podría quizá irse desde mañana mismo con los
Weasley a la Madriguera, si les decía que no todo estaba bien y que le había
dolido de nuevo la cicatriz. Pero por otro lado...no quería preocuparlos, no le
gustaba dar problemas...¿Y si no decía nada y algo peor ocurría y su silencio
traía más mal que bien?, y todo por quedarse callado...
Ellos
parecieron percibir su indecisión, pues Harry se quedó como en blanco unos
segundos...
-¿Acaso no está todo bien Harry?
- Preguntó
Hermione suspicaz, notando de inmediato la expresión de su amigo. Harry
dudaba...
-Cariño,
¿Qué ocurre? -Cuestionó la Sra. Weasley, bastante preocupada- ¿Pasó algo?
-No...nada...no es nada- Dijo
él de inmediato, yendo contra sí mismo.
-¿Como que nada? ¡Te quedaste ido unos segundos!
- Repuso
Ron algo exasperado por la actitud de Harry. En ese instante, algo golpeó
contra la ventana, el silencio se hizo presente entre todos. Harry se volvió
inmediatamente, mientras los demás miraban hacia donde él se dirigía. Harry
vio a una lechuza grande y bonita del otro lado del cristal, con un sobre atado
a la pata, el que reconoció como de Hogwarts.
-¿Qué pasó Harry?- Preguntó Charlie con una nota de alarma en la voz.
-Es solo la lechuza de Hogwarts.
Harry
miró a la lechuza y le hizo señas indicándole que no podría entrar, que
tendría que dársela en otro momento.
-¿Por qué no la dejas pasar?
-Bill tiene razón Harry- Mencionó
Hermione mirándolo con ojos que querían descubrirlo.
-No puedo abrir la ventana, mis tíos me castigaron. La cerraron. Pero no se
preocupen- Dijo no muy convencido, sin mirarlos directamente, tratando de que su
voz sonase segura, pues si le preguntaban más, podría terminar explicando lo
ocurrido...
-Oh...bueno cielo, espero que no sea nada grave...
Harry
estaba mirando a la lechuza irse cuando algo llamó su atención en la calle en
penumbras.
-¿Y ahora por qué te castigaron esos...muggles?
- Preguntó
enojado Ron, algo confundido al ver a Harry mirando hacia afuera.
-Por lo de siempre...
- Dijo
Harry mirando las siluetas tenues de los seres otra vez, muy tenues, sobre la
acera de enfrente, quietas y como esperando algo, mirando hacia la ventana...Un
escalofrío recorrió a Harry de pronto. Lo hizo temblar de frío, como cuando
estaba cerca de un Dementor, un ser que era guardia de la prisión de los magos,
Azkaban y que consumía los pensamientos y sentimientos buenos y positivos de
una persona, arrancándole la felicidad y esperanza. Y una ligera punzada en la
frente lo atacó nublándole la vista un segundo.
-Harry, ¿Estás seguro que todo está bien?
- Preguntó
de nuevo el Sr. Weasley, tan preocupado como los demás al ver el comportamiento
de Harry.
-Claro que no está bien, ¡Temblaste! ¡¿Qué pasa Harry?!
- Le
volvió a preguntar angustiado Ron, pero Harry se volvió a ellos tratando de
disimular lo que le ocurría, lo que miraba en la calle y que desapareció tan
lentamente como apareció frente a sus ojos. Trató de ignorar su dolor en la
frente y el frío que comenzaba a disiparse poco a poco de su cuerpo.
-Nada, tengo frío, creo que me dará gripa o algo por el estilo, muchas gracias
por la fiesta de cumpleaños y los regalos, de verdad lo aprecio muchísimo y no
lo olvidaré.
La
pantalla del Visionaro comenzaba a esfumarse llevándose a los Weasley y a
Hermione, ellos lo miraban sin comprender demasiado lo que habían percibido,
Hermione miró su reloj y por su cara, los 5 minutos habían pasado.
-Harry...
- Dijo
el Sr. Weasley preocupado...
-Nos vemos pronto cielo- Siguió su esposa igual de extrañada que él,
intentando sonreírle. Ginny le murmuró un adiós angustiado y los gemelos le
hicieron prometer que revisaría su catálogo de inventos, mientras Bill y
Charlie le dijeron un hasta pronto con una media sonrisa y medio apuro y Ron y
Hermione se le quedaron viendo, sospechando que algo no estaba bien con su
amigo, reprochándole que no se los dijera, con una gran aflicción en el
rostro...
El
Visionaro terminó su función y Harry se quedó de nuevo solo en la habitación,
con las luces encendidas. Harry se asomó de nuevo a la ventana y la calle ahora
estaba desierta...Por primera vez pensó que había estado mal no decirle a los
Weasley y su amiga lo ocurrido, pues era bastante raro que todos supusieran que
Privet Drive estaba segura...No podía olvidar lo de la llamada del hospital y
que la contestadora no estuviera encendida...Había hecho mal en no comentárselos,
como ellos se lo pedían. Si algo malo ocurría, solo sería su culpa por
quedarse con la boca cerrada, y ellos se culparían por no haberle sacado
información. Así que se prometió que si algo de nuevo ocurría respecto a lo
mismo, ahora sí se los comunicaría sin chistar. Por algo le querían y se
preocupaban por él como se lo habían demostrado. Trató de hacer esos
pensamientos a un lado y recordó el regalo de Ginny y la petición de Ron de
ver debajo de la cama.
Así
que pensó mejor en ello y se agachó sacando otro paquete envuelto en papel
rugoso color verde, junto a una carta. Se sentó en la cama preguntándose que
hora sería...de pronto, recordó que no tenía ya un reloj. Seguramente ya era
muy noche y mañana como castigo lo levantarían temprano, así que se puso a
abrir la carta rápidamente, pensando que pese a todas las rarezas de esa noche,
estaba muy contento con la fiesta que ellos le habían organizado como una gran
sorpresa y que de verdad les había quedado muy bien. Se puso a leer con una
sonrisa sobresaliendo a la preocupación...
Harry:
Sé
que te quejarás de que gaste más en tu cumpleaños, pero me sentía mal al no
enviarte algo de mi parte solamente, ya ves que el Visionaro fue un regalo
familiar, el pastel explosivo te lo envió Fred y George, y pues mi mamá te
envió el pastel de chocolate, así que no podía quedarme a gusto sin regalarte
nada. (No pongas esa cara de que no era necesario, bla, bla, ya casi te veo
mientras escribo ésto), así que éste es tu último regalo de cumpleaños
sorpresa, espero que te guste.
Ron
P.D.
Nos vemos pronto, ¡Animo!
Harry
sonrió. Tenía razón, no le agradaba que gastara tanto en su cumpleaños, pero
bueno, ahora no podía reclamarle, así que agradeció aquel gesto y se dispuso
a abrir el regalo de su mejor amigo. Para su sorpresa, era un libro, de tapas
gruesas y con el escudo de Hogwarts en el centro de la tapa principal color
negra. En cada esquina traía el escudo de cada casa, Slytherin, Gryffindor,
Ravenclaw y Hufflepuff. ¿Por qué Ron le enviaría un libro y de Hogwarts
precisamente?, se rió imaginando que ya se le hubiera adherido el gusto de
Hermione por la lectura. "Espero que no sea La historia de Hogwarts",
pensó recordando el hecho de que Hermione se lo supiese de memoria. Intrigado
por el regalo, lo abrió y leyó la primera página, escrita con letras doradas
y estilizadas.
- "El Quidditch en imágenes de Hogwarts: Equipos de todos los años y sus
técnicas desde el comienzo, una guía práctica para conocer la evolución de
tan sensacional juego en el Colegio de Magia y Hechicería Hogwarts".
Imaginándose
porque Ron le enviaría aquello, comenzó a ojear el libro rápidamente
emocionado, viendo en las páginas a los equipos de las respectivas casas de años
anteriores, con datos sobre los jugadores y que equipos ganaban la Copa de
Quidditch. Cuando al fin encontró lo que buscaba, se quedó mirando las páginas
con cierto orgullo y nostalgia...Allí estaba su padre con su equipo, en
diversas imágenes mágicas volando sobre su escoba. Sobre una foto de él de
cuerpo completo, sosteniendo su escoba con una sonrisa, venía su nombre junto a
las palabras "Excelente jugador". El libro no traía mucha información
escrita pues estaba más que nada dedicado a las imágenes, solo ciertos
comentarios. Harry supuso el porque, al ver que el autor era una clase de fotógrafo.
Pero aquellas imágenes le decían todo. También encontró imágenes de Charles
Weasley, el hermano de Ron y para su sorpresa, en las últimas páginas, los
equipos actuales del Colegio. Se sintió extraño mirándose en las fotos, y
sobre todo al ver que sobre la suya de cuerpo completo que quien sabe cuando le
sacarían, decía "El buscador más joven de los últimos cien años en Hogwarts,
a la edad de 11 años, junto a los otros excelentes jugadores de su equipo, le
han dado la victoria a Gryffindor luego de que Slytherin se había llevado la
Copa varios años indiscutiblemente". Las fotos de sus compañeros también
decían cosas similares y buenas, y eso hizo sentir a Harry muy contento. Cerró
el libro y lo puso junto a todo lo demás y sacó el paquetito que Ginny le había
enviado tan cautelosa y secretamente. Cuando quitó la envoltura, se encontró
con un tipo amuleto que colgaba de una cadena de plata. Aquel amuleto era
circular, y grueso, como una moneda antigua, también plateada, con un fénix
grabado en el centro, extendiendo sus alas y una extraña expresión en el
rostro . El objeto relucía bastante...Harry lo tomó entre manos e inmediatamente
sintió algo raro en los dedos, una clase de energía tenue pero fue solo un
instante, así que no le dio mucha importancia. Más bien le preocupó que Ginny
le comprase algo tan extraordinario como aquello, y que pareciese algo valioso y
fuera de lo común. Pero su nota no incluía ninguna advertencia o información
y quizá solamente era de adorno. ¿Entonces por qué la sensación que tuvo?
Miró
el reverso de la moneda y sorprendido leyó su nombre completo en ella, con
letras muy bonitas y espaciadas. Seguramente Ginny se lo había mandado grabar,
un gasto extra pensó...Se sintió mal al pensar en ello, que ella juntase
dinero para comprarle semejante regalo, lo avergonzaba. Así que sintiéndose en
deuda, se lo pasó por la cabeza y se lo puso al cuello de inmediato. No supo
porque, pero se sintió bien portándolo y la sensación extraña que tuvo al
principio no apareció de nuevo. Un fénix... ¿Dónde
conseguiría Ginny el objeto?
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