Era el verano antes de que Harry entrara al 5º curso en Hogwarts, solo
faltaban tres semanas, Harry se encontraba en casa de Ron, su mejor amigo.
Harry recién había despertado, se encontraba en la habitación de Ron que
seguía adornado con los mismos póster, volantes y toda otra clase de cosas
de los Chudley Cannons, el equipo de Quidditch favorito de Ron.
Ron aún dormía, Harry lo zamarreaba para que despertara, Harry se dio cuenta
que Ron murmuraba entre sueños:
- No, Krum no – de lo que entendía Harry.
- Ron despierta, hay que ir a desayunar.
- ¿Qué? ah, hola Harry
- Hola, ¿hablabas de Krum?
- ¿Krum?, no sé, eh... no me acuerdo – dijo Ron en tono no muy
convincente.
- Bueno no importa – dijo Harry mientras se vestía
Mientras Harry y Ron bajaban las escaleras Ron preguntó:
- ¿Has sabido de Hermione?
- No, no nos hemos hablado desde King’s Cross ¿Y tú?
- No tampoco – dijo Ron en tono medio desilusionado – Pero ha de estar
estudiando para el TIMO.
- De seguro.
Al llegar a la cocina ahí se encontraba la señora Weasley, el señor
Weasley, los gemelos Fred y George, Ginny y Percy.
- Buenos días niños – los saludó la señora Weasley.
- Hola – contestaron Harry y Ron a coro.
Se sentaron a la mesa y mientras comían sus gachas de avena la señora
Weasley se les acercó.
- Harry , Ron acaban de recibir esto – la señora Weasley se la entregó a
Ron y vió l que decía.
Para Harry y Ron ( léanla solos)
Harry
reconoció la caligrafía de Hermione y los dos amigos al terminar de desayunar
subieron a la habitación de Ron.
- Se acordó de nosotros – exclamó Ron.
Ron abrió la carta y los dos se dispusieron a leer en voz alta:
Harry y Ron (supuse que estarían juntos):
¿A qué no adivinan dónde estoy? en Bulgaria,
¿Se acuerdan esa vez cuando Viktor me invitó?
Bueno yo acepté.
La he pasado muy bien, Viktor me ha llevado a
conocer lugares muy bonitos, aunque hace un poco
de frío. He estado alojándome en su casa, sus
padres son muy atentos y he aprendido un poco
el idioma Búlgaro, no es tan complicado.
Les voy a contar algo que no se les ocurra publicarlo
(aunque ya no está Rita Skeeter, pero igual) ¿se
acuerdan de esa vez, antes de irnos de Hogwarts
cuándo Viktor me pidió que habláramos?
Bueno él... me pidió que fuéramos novios.
Una especie de tos salió de Ron
Bueno y yo... le dije que sí
- ¿Qué? – dijeron Harry y Ron a la vez pero a diferencia de los dos el de
Harry parecía de alegría y el de Ron de tristeza. Siguieron leyendo:
Y a que no adivinan, me besó, Ay fue tan lindo. Dice
que cuando yo vuelva a Hogwarts se va a poner muy
triste a si es que me pidió si me podía quedar ahí e
ir a Durmstrang.
- Supongo que le habrá dicho que no – dijo Ron
Bueno... le dije que no, porque no podía dejarlos solos
aparte ¿qué sería de sus estudios sin mí?
Eso es todo, voy a volver a Inglaterra la próxima
semana. Nos podríamos juntar en el callejón
Diagon Alley para comprar las cosas de Hogwarts.
Bueno saludos a todos y recuerden no decirle a nadie lo
que les dije.
Se despide
Hermione
P.D: mis padres se enojaron por lo de los dientes.
Harry se dirigió a Ron para hablarle, pero él notó algo triste la expresión
de Ron, incluso parecía apunto de llorar.
- ¿Qué te pasa Ron?
- A mí... no nada, estoy... muy feliz por Hermione.
- No lo pareces.
- No de verdad, estoy muy feliz ¿quién lo diría? Hermione novia de Viktor
Krum.
- Ron sé sincero, no estás muy feliz.
- Bueno yo...
- Ron, ¿Te gusta Hermione?
Ron se puso como un tomate y miró a Harry con nerviosismo.
- Hermione ¿gustarme? como me va a gustar Hermione, si ella es tan... tan ¡Bueno
sí, me gusta Hermione! ¿De acuerdo?
Ron pareció más calmado, parecía como si hubiera querido desahogarse eso hace
bastante tiempo. Harry lo miraba con ojos de huevo frito, no sabía que decir
para consolarlo, lo único que se le vino a la cabeza fue preguntar:
- ¿Y... desde cuando?
Ron pareció medio incómodo.
- Eh... no sé – Harry lo miró incrédulo – sí, en serio te juro que no sé
desde cuando, pero... no me di cuenta hace mucho.
- Ah.
En la mente de Harry pasaron varios tipos de pensamientos y entre esos se acordó
de Cho, una chica que le gustaba a él y pensó como se debía sentir Ron, él
se había sentido así cuando le pidió a Cho que fuera su pareja en el Baile de
Navidad, pero le dijo que no porque ya estaba comprometida con Diggory. Aunque
ellos no estaban de novios.
- Pero... – habló Harry – ustedes se pasaban todo el tiempo peleando.
- Lo sé, y ¿sabes? creo que entre pelea y pelea me di cuenta y... al
verla con Krum.
- Ya veo – dijo Harry en tono
comprensivo, en ese momento se acordó de las veces en que Ron y Hermione
peleaban porque ella andaba con Krum y la excusa de Ron de porque peleaba con
ella era que era contrincante de Harry, pero Harry se dio cuenta de que no era
eso, sino que eran celos.
- Bueno – dijo Ron – creo que ya no tengo nada más que hacer, he perdido.
- Pero supongo que seguirán siendo amigos.
- Sí – respondió como suspirando
- Pero... le ibas a decir a Hermione... eso
- No lo sé, nunca lo pensé
- Entonces – exclamó
- No sé Harry, no sé ¿está bien? cambiemos el tema mejor.
- De acuerdo ¿Vamos a dar una vuelta en escoba?
- Está bien – aceptó.
Harry
y Ron salieron de “la madriguera” e iban camino a unas colinas para que los
muggles no los vieran volando en escoba, el camino fue muy silencioso.
Al llegar a la cima de la colina Harry montó su Saeta de Fuego y Ron la
estrella fugaz de uno de sus hermanos, estuvieron haciendo piruetas e inventando
nuevas jugadas de quidditch, Ron parecía un poco más contento.
- ¿Qué tal si probamos el Amago de Wronski? – propuso Harry, y al parecer se
dio cuenta de que metió la pata al ver a Ron deprimirse de nuevo – lo siento,
no fue mi intención.
- No, no importa – contestó Ron - yo soy el débil al ponerme así por
una chica.
- Eso no es ser débil, pasa que tienes sentimientos – y luego agregó - ¿o
te gustaría ser como Snape?
- Mmm – murmuró Ron y luego dijo – Pero tu no te pusiste como yo cuando esa
chica de Ravenclaw te dijo que no cuando tú la invitaste al baile porque iría
con Diggory.
- Bueno, eso es diferente
- No lo es
- No importa Ron, mira hablemos de otra cosa ¿si?
- Mmm, mejor vamos a casa debe estar listo el almuerzo.
Al llegar a la madriguera efectivamente estaban todos (excepto el señor Weasley
y Percy) sentados a la mesa.
- Niños – dijo la señora Weasley – estaba a punto de mandarlos a buscar.
Ron y Harry se sentaron y empezaron a comer en silencio.
- ¿Quién les escribía en la mañana? – preguntó la señora Weasley.
- Hermione – respondió Harry
- Oh y ¿cómo está?
- Bien – respondió Harry nuevamente
Ron se puso medio incómodo, Harry no se dio cuenta y continuó:
- Quería que nos encontráramos en Diagon Alley.
- ¿Saben? – dijo Ginny derrepente – Hermione también me escribió, pero
ayer, me dijo que asignaron prefecta.
- Era de imaginarlo – dijo Harry y luego agregó - ¿no te dijo nada más?
- No, solo me mandó saludos.
- Bueno, terminé – dijo Ron súbitamente – me voy a mi cuarto.
- ¿No vas a comer postre? – dijo su madre – hice esos pastelillos de nata
con chocolate que tanto te gustan.
- No, no quiero – y se fue.
- ¡Qué milagro! – exclamó George
- Si, Ron nunca rechaza el postre – continuó Fred.
Harry ya sabía porque Ron se fue tan luego, pero prefirió dejarlo solo. Harry
se fue al jardín de “la madriguera” y se dispuso a escribir una carta,
estaba dirigida a Hermione, decía:
Hola Hermione:
Recibí tu carta, felicitaciones por lo de Krum y lo
de que vas a ser prefecta (Ginny nos contó)
Y en cuanto a lo de Diagon Alley ¿qué tal si nos
juntamos a las una el próximo domingo?
Eso es todo, que lo pases bien.
Harry.
Harry pensó en poner el nombre de Ron en la carta pero prefirió no hacerlo.
Fue a buscar a Hedwig para que le lleve la nota a Hermione, al encontrarla le
amarró la nota en la pata.
- Llévala donde Hermione, está en Bulgaria, búscala allá.
Hedwig le dio un pellizco cariñoso a Harry en el dedo como siempre y se fue.
- Hey Harry – era Ron - ¿a quién enviabas a Hedwig?
- Ah... con Hermione
- Oh, bueno
- Le decía que nos veríamos con ella el próximo Domingo en Diagon Alley.
- Ah... bien
Harry quería hablar de otra cosa, pero no se le ocurría nada, pero derrepente
una genial idea de conversación se le vino a la cabeza.
- ¡Ron! ¿Sabes?, como ahora Oliver Wood y alguna de las chicas del equipo ya
se graduaron de Hogwarts necesitamos nuevos jugadores.
- ¿y?
- Que podrías ser cazador o guardián del equipo de quidditch de Gryffindor.
- Mmm, sí ¿por qué no? me gustaría jugar de guardián.
- ¿qué tal si vamos a practicar?
- Pero... no podría
- No digas eso, Vamos
- Está bien – dijo más emocionado.
Harry y Ron fueron a tomar las escobas y la quaffle en eso los pillan los
gemelos Fred y George.
- ¿Qué van hacer? – preguntó Fred
- A practicar – dijo Harry - ¿No saben si el equipo de Quidditch de
Gryffindor necesita un nuevo guardián?
- Sí ¿y? – dijo George
- ¿Y... ? que Ron podría ser el próximo
- Si... no estaría mal tres Weasley en el equipo – dijo Fred.
- Además con esas grandes manos quedarías muy bien para el puesto, los acompañamos
– dijo George
- Bueno – dijo Ron.
Fueron
a las mismas colinas que en la mañana y jugaban tiros libres, aunque ni Harry,
Fred y George eran cazadores no lo hacían nada mal lanzando la quaffle y Ron
tampoco se quedaba atrás atrapándolas, George tenía razón en cuanto al tamaño
de las manos de Ron, quedaban muy bien ahí.
Y así pasó la semana entre practica y practica, Ron iba mejorando cada vez más
y parecía haberse distraído de su problema un poco, aunque Harry se había
dado cuenta de que derrepente le daban sus bajones a Ron cuando se mencionaba
algo con relación a Hermione.
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