Un año lleno de sorpresas
2.- Aquella Gran Amiga ...-¿Harry? Y
colgó. Era increíble. En unas horas iría en la casa de su mejor amiga, y
sin duda, los Dursley no se lo impedirían después del susto que le metió
al tío Vernon. Juntó
todas sus cosas y luego bajó a la cocina, donde los Dursley estaban con una
cara de purgados que sólo ellos se la aguantaban. Harry sintió que si no
se reía de una vez, se iba a inflar como infló a su tía Marge hace 2 años;
sin embargo, se aguantó y no se rió. Como
a las 2 horas le llegaron 2 lechuzas: una de Hogwarts y otra que Harry no
conocía. La primera era de Hagrid y la otra era de Sirius. Ésta traía una
nota que decía:
Querido Harry:
Espero que estés bien y no tengas problemas con tus tíos. En éste
momento me encuentro en casa de Remus, y te manda muchos saludos: dice que
Dumbledore le pidió que regrese como profesor de DCAO, así que se verán
pronto. También me enteré de que te irás a casa de Ron al final de las
vacaciones. Ahora
que ya cumplí con el deber que me encomendó Dumbledore, he estado muy
ocupado, y por eso no me había dado tiempo de escribirte; espero no haberte
preocupado mucho, pero de todos modos, te aviso que no podré ser tan
constante con mis cartas. Saludos.
Sirius y Remus. <<Por
lo menos están bien>> pensó Harry. Luego
abrió la nota de Hagrid, que decía:
Querido
Harry: Estoy
muy contento porque desde hace unos días Olympe y yo somos novios, pero
recuerda que para Ron, Hermione y tu, seguirá siendo Madame Maxime por lo
menos hasta que nos casemos (jejeje). Pero
lo que me interesa saber, es como estas tu; por lo que tengo entendido, te
iras con Ron el día de tu cumpleaños. De todos modos, si tienes algún
problema con los muggles, mándame a Hedwig
y les podré enviar un encantamiento vía-correo. Tal
vez te sorprenda esto, pero Dumbledore ya me consiguió un permiso para
hacer magia y creo que no lo hago tan mal. La semana pasada fui al callejón
Diagon a comprar mi varita con el viejo Ollivanders. Nos
veremos cuando empiecen las clases, mientras tanto, cuídate. Harry se sintió más tranquilo y empezó a arreglarse para cuando llegaran por él. Ya
en la tarde, se escuchó el timbre y Harry bajó con sus cosas. Duddley y
Petunia se ocultaban detrás de la enorme espalda de tío Vernon, mientras éste,
poco a poco se iba poniendo histérico. Harry
abrió la puerta y a sus ojos estaba Hermione. Se veía muy cambiada y bonita:
estaba más alta y su pelo ya no estaba tan enmarañado, pero seguía con
vida: en su frente ya no había fleco alguno, lo que hacía que su cara se
viera mejor. Ya no quedaba nada de aquella niña que había conocido hacía 4
años, en su lugar había una hermosa joven con una gran sonrisa parada frente
a él. Cargó
su baúl, lo puso en el auto de Hermione y se fueron. En el camino, ella le
enseñó sus fotos de Bulgaria, y en la mayoría de ellas salía Hermione con Viktor
Krum. Al parecer, el quería
mucho a Hermione, porque en todas las fotos salía abrazándola. El
resto del viaje platicó con los padres de Hermione sobre lo aburrida que era
su vida con los Dursley. Luego
llegaron a la casa. Su casa era simplemente una ordinaria casa muggle: tenía
un jardín delantero y otro atrás, era de 2 pisos y los cuartos eran amplios;
sin embargo, a Harry le gustó. Después
de que Harry sus cosas en su habitación, bajó a ver la tele con Hermione una
rato antes de cenar. En ese tiempo, la señora Granger entró en la habitación
y les entregó las cartas de Hogwarts que les habían llegado. Éste año
necesitaban: Este
año también les pedían la túnica de gala. <<Qué
raro>> pensó Harry <<si
éste año también la piden, es obvio que habrá otro baile, y si hay otro
baile, Hermione y yo... >> En
ese momento abrió los ojos y notó que Hermione lo miraba fijamente: había
dicho ésas últimas palabras en voz alta y Hermione ahora le preguntaba: Hermione
lo miró severamente y luego dijo: Y
se fueron a cenar. Al
terminar, salieron al jardín, porque querían platicar a solas, y además la
noche estaba fresca y hermosa. Los 2 amigos se encontraban sentados en el
columpio que se encontraba ahí: una hermosa luna yacía sobre ellos, quienes
platicaban muy a gusto, y por cierto, estaban muy juntos. Hablaban sobre todo
lo que vivieron el año pasado, de los paseos que daban los 2 solos a la
orilla del lago, y recordaban todas las veces que Hermione lo ayudaba a
prepararse para las pruebas del Torneo de los 3 Magos que había tenido lugar
en la escuela. Cuando habían dejado de hablar, Hermione se había quedado
observando la luna en silencio... Harry observaba a su amiga atentamente y
suspirando... se veía tan hermosa con el resplandor de la luna en sus ojos...
Harry se le acercó más, y ésta volteó y le dedicó una tierna mirada que
nunca le había visto. Para él, Hermione era Aquella Gran Amiga en la que podías
confiar y siempre estaba dispuesta a ayudar: pero en ese momento era
diferente. Los 2 estaban solos y muy cerca el uno del otro... Se
miraron mutuamente a los ojos... Fueron
acercando lentamente sus caras... Hubo
un pequeño roce entre sus narices y... En
ese momento Crookshanks saltó entre los 2 sacándolos de sus fantasías y dándoles
un gran susto. El
gato bufó ante el regaño de Hermione, y en ese momento su madre salió
diciendo que ya era tarde y necesitaban dormir Los
2 se levantaron y antes de entrar cada quien en su habitación, Hermione le
dio un beso en la mejilla a Harry y le deseó las buenas noches. Harry se quedó
pensando... Aquél roce hizo que Harry se olvidara de sus problemas y de Cho Chang, la chica de la que Harry se había enamorado. Se dio cuenta de que Cho definitivamente nunca lo valoraría, y lo que ahora sentía hacia Hermione era más fuerte de lo que había sentido hacia Cho desde el principio... era más fuerte que el cariño que uno siente hacia una amiga... |
Continuará...
Autora: Rowena de Ravenclaw.